La llave de tu amor (ShunxHades)

Un humano, un dios, una tregua y miradas que enamoran.

Mansión Kido

Había amanecido ya, los rayos del sol ya pasaban por las ventanas de la mansión Kido, donde los caballeros y la joven Saori vivían.

Era muy temprano aún, pero de cualquier forma todos estaban levantados ya y listos para irse a una misión importante: Encontrar al pequeño Shun.

Antes de partir, Saori decidió averiguar si el caballero de Andrómeda se encontraba en el santuario, por lo que llamó al patriarca que había revivido hace tiempo ya: Shion.

– Hola ¿Shion?– habló calmada la chica.

– Athena, buen dia, que alegría escucharte, ¿A qué se debe tu llamada tan temprano?– respondió sereno el patriarca que recién se levantaba también.

– Ah, bueno es que quería preguntarte algo ¿Está Shun allá en el santuario?– Saori rogaba a los dioses que la respuesta de Shion fuera positiva, pero para su mala suerte no fue así.

– Ehhmm, no señorita, Shun de Andrómeda no se ha presentado aquí desde hace días, al menos eso me dijo Shaka– le respondió ahora algo confundido– Pero ustedes estuvieron aquí ayer y me dijeron que estaba cansado y por eso no vino...

– Lo se, Shion, es que cuando volvimos anoche, él no estaba en ninguna parte, es mas, está desaparecido– Saori quería llorar en ese momento, estaba demasiado preocupada, lo cual Shion notó por su tono de voz.

– Tranquila señorita Athena, a lo mejor está con Shaka o él lo envío a algún lugar sin que lo supieran– trataba de animarla– Ya sabe que ya es normal que Shun se desaparezca por ir a entrenar con él.

– Es cierto– limpió unas cuantas lágrimas de sus ojos– De todas formas iremos al santuario de inmediato por si acaso no estuviera ahí, nos vemos Patriarca.

– La estaremos esperando con gusto Señorita

Ambos colgaron el teléfono.

– ¿Qué pasó Saori?– preguntaba inquieto el caballero de Pegaso.

– El patriarca no ha visto a Shun en el santuario...

– ¡¿Qué?!– gritaron los cuatro al mismo tiempo.

– ¡Entonces mi hermano no está ahí!– Ikki comenzaba a perder la paciencia con cada segundo que pasaba.

– Tranquilo Ikki– volvió a hablar Saori–  Shion me dijo que a lo mejor estaba con Shaka o éste lo había mandado a alguna misión, y ya sabemos cómo es Shun, nunca dice a dónde va y quiere estar solo.

– Clásico de los virgo– dijo Hyoga en un suspiro– Siempre quieren estar solos y meditando.

– Por eso iremos ahora mismo a la casa de Virgo a averiguar que está sucediendo– la pelivioleta comenzó a caminar para salir de la casa sin decirles nada más a sus caballeros.

– Que cansado volver a ir al santuario– Se notaba a kilómetros que Seiya no quería ir.

– ¡Cállate Seiya! Es por Shun que lo hacemos– lo reprendió Shiryu mientras la mirada flameante de Ikki no dejaba de estar sobre el Pegaso.

– Ya se, ya se, solo no me mates Ikki

–.... Tonto.

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Shun comenzaba a abrir sus pequeños ojos para despertar al sentir que ya había dormido mucho, estaba tranquilo como si nada  hubiese sucedido. No recordaba nada de lo anterior, Hades si había logrado borrar su memoria.