Domando al alfa.

Izuku Midoriya. (editado)

Hello. Aquí mi primera historia, la cuál si planeo terminar.
Antes experimenté con pequeños escritos que jamás terminé, juas juas.
Pero, ahora vamos enserio con la deslumbrante OTP suprema poderosa, creada por los dioses. Antes que nada, quiero advertir que soy un asco con la comedia, sisi. No habrá mucho de eso acá, les garantizo fluff y drama del bueno.
Osisi, a medida que avancemos aparecerán mis demás OTP, a quien no le guste puede ir a cagar piñas sin problema.

Listo, me despido.

Advertencias: Pensamientos confusos, narrador omnisciente; y qué decir, toneladas de Oc.

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Narrador omnisciente:

Katsuki paseaba con desinterés por su habitación, observando atentamente un antiguo retrato en dónde aparecía la mismísima prueba de que los dinosaurios aún existen. Su madre, Mitsuki.
Una vieja rubia teñida que no hacía más que cagarle la existencia, y ahora se le ocurría arrebatarle su bella soltería en el momento menos oportuno. Chasqueó la lengua con furia, tomando el estúpido retrato para luego arrojarlo por la ventana del octavo piso.

Sabía que estaba actuando de manera infantil, pero en realidad era de las pocas veces que podía permitirse ser irresponsable. Ser el heredero de una de las empreñas más poderosas de todo Japón no es tan sencillo como puede parecer, necesitaba un respiro urgentemente o explotaría toda Asia.

Planeaba relajarse y dejar de pensar en tonterías.

Planeaba.

- Bakugou Katsuki, abre ahora mismo bomba con patas, tú y yo tenemos un asunto pendiente. - Gritó una insistente voz desde el otro lado de la puerta. Sabía a quién pertenecía, pero no pensaba ceder ante la estúpida provocación.

- ¿Es que acaso quieres morir Kirishima? - Susurró bajito Kaminari. Era imposible no reconocer la irritante voz del rubio.
Al parecer no sólo había venido un idiota, había traído a toda su plaga de idiotez tras de él.

Se pasó la mano por la cara con fastidio, rindiéndose. Iban a entrar tarde o temprano, aunque tuvieran que meterse por la ventana.
Abrió la puerta de un portazo, arrepintiéndose al notar a todo su supuesto bakusquad de pie justo frente a él, a punto de cagarse encima por la conmoción.

- A-ah.. H-Hola Blasty, veníamos de paso y sabemos que estás algo deprimido por eso de que no vas a tener despedida de soltero...- Kaminari fue brutalmente interrumpido.

- ¿Quién coño dijo eso? Voy a tener una despedida de soltero quiera esa bruja o no.- Espetó un Katsuki bastante cabreado. Si lo iban a forzar a casarse, planeaba tener uno que otro lujo antes de su sentencia.

- Amigo, relájate. Pikachu aquí solo quiere una invitación, ¿cierto? - Kaminari iba a replicar por el apodo. IBA. Apenas vio el aura oscura que desprendía el alfa rubio, asintió frenéticamente escondiéndose detrás de el pelirrojo. Kirishima estaba riéndose, pero una sonrisita orgullosa se le escapó al notar el grado de confianza que le tenía Kaminari. Aunque aquello se esfumó cuando escuchó el crujir de los dientes de Katsuki.

Estaba más que cabreado, y eso sólo significaba una cosa.

PELIGRO.