Capítulo 13

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Día de la boda

Leo se acomodaba nerviosamente la flor blanca que iría en su bandana, faltaban ya solo unos minutos para que la ceremonia diera comienzo y sus manos temblaban de los nervios. Cerró la puerta y prohibió que alguien entrará, dejándolo completamente solo, perdiéndose en sus pensamientos.

Leo: No puedo hacerlo pero tengo que, no quiero decepcionar a papá y...—Hablaba solo hasta que se dio la vuelta a la ventana, sorprendiéndose de quién había entrado.— ¿¡Donnie!?

Donnie: Hola cariño —Se acomodo la corbata y carraspeó un poco, mirando al de cinta azul de arriba a abajo.— Te ves...preciosa

Leo: ¿Qué haces aquí? —Sus mejillas se pusieron rojas y su expresión de sorpresa no desaparecía.—

Donnie: Vine a ver lo hermoso que te ves —En un movimiento rápido, se acercó a Leonardo y lo tomo de la cintura juntando ambos cuerpos.— Y a decirte que eres mío

Leo: Donnie..—Paso saliva con dificultad.—

Donnie: Bien conoces mis errores —Entrecerró sus ojos acercando sus labios a los ajenos.— Y mi egoísmo es uno de ellos

Leo: O-oye —Tartamudeo un poco pero le fue imposible terminar al ser interrumpido.—

Ambos labios se encontraron, fundiéndose en un profundo beso lleno de amor y desesperó. Leo rodeo el cuello del esbelto mientras el contrario lo abrazo fuertemente de la cintura, sus bocas se movían a un compás lento, hasta que se separaron con sus respiraciones aceleradas.

Donnie: Yo soy el dueño de tu vida, Leonardo —Dijo con firmeza, apartándose un poco del menor.—

Leo: Y yo lo soy de la tuya —Sonrió ladino, acariciando la mejilla del esbelto.—

Donnie: Nos veremos en el altar —Tomo la flor blanca y la coloco perfectamente en la bandana azul.— Pero con la persona incorrecta

Leo se quedó mudo ante aquellas palabras, mirando directamente a Donatello quien abandono la habitación, sin poder ni siquiera decirle adiós.

La ceremonia dio comienzo, el joven oji-zafiro era llevado por su padre hacia el altar donde su prometido ya lo esperaba con una amplia sonrisa, miro a los lados y pudo ver como todos sonreían pero pudo notar algo extraño en la sonrisa del joven de cinta morada.

Rafa sujeto la mano de Leo, ayudándolo a terminar de subir al altar. El sacerdote dió inicio con aquellas palabras hasta que llegó la hora de dar la respuesta que esperaban.

Sacerdote: Rafael, ¿Aceptas a Leonardo como tú futuro esposo para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe? —Miro al mencionado.—

Rafael: Acepto —Asintió con decisión.—

Sacerdote: Leonardo, ¿Aceptas a Rafael como tú esposo para amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe? —Ahora dirigió su mirada al contrario.—

Leo: Y-yo...—Miro de reojo a su padre, luego al esbelto y por último de vuelta a Rafael.— Acepto

Sacerdote: Ahora los declaro unidos en matrimonio, pueden besarse —Cerro la biblia en sus manos dando por terminadas sus palabras.—

Ambas tortugas se besaron, recibiendo aplausos de todos los presentes en la ceremonia, al separarse bajaron del altar y caminaron por todo el pasillo hasta la salida aun con los gritos de alegría de los invitados.

En el salón, Leo y Rafa bailaban al compás de la suave música abriendo la pista de baile, siguieron con un brindis y al final partieron el enorme pastel.

Los invitados bailaban y bebían haciendo un maravilloso ambiente, pese a ser algunos personas mayores o compañeros de trabajo por parte de Saki y Elliot si que se les llegó a salir de sus manos.

Mikey: Muy buena fiesta —Felicito una vez llegó donde los recién casados.— Y la comida estuvo exquisita

Rafa: Gracias, me alegra que se la estén pasando bien —Contento, tomando la mano de su esposo.—

Leo: Llegué a pensar que todo esto fue un poco exagerado —Ríe bajito, mirando la fiesta y luego a sus acompañantes.—

Rafa: Apenas y estuvo bien, cariño —Le dio un sonoro beso en la mejilla.—

Mikey: ¿Me lo puedo llevar un momento, Rafa? Me gustaría poder tomarnos una foto —Emocionado le hizo ojos de cachorro al de cinta roja.—

Rafa: Claro Mikey —Ríe ante la expresión de su amigo.—

Una vez ambas tortugas se fueron, solo quedaron Rafa y Donnie quien no había mencionado palabra ni hablado bien con Rafael desde que pudieron conocerse. Donnie tomo asiento junto al de piel verde oscuro.

Donnie: Felicidades —Tomo un poco de la copa de vino que llevaba consigo.—

Rafa: Gracias —Se limitó a observar al contrario.—

Donnie: ¿Donde harán su luna de miel? —Curioso pero tampoco miro al que estaba a su lado.—

Rafa: Bueno, su padre y mi padre no quiso que saliéramos a otro lado ya que quieren que comience con lo de la empresa —Hace una pequeña mueca desanimado.— Así que la haremos aquí, ya sabes, hay bonitos restaurantes

Donnie: Si, los hay —Su vista se mantenía en el de cinta azul.— Es una lastima que solo sea un préstamo

Rafa: ¿Mm? ¿Que quieres decir? —Ahora si miro al esbelto, arqueando una ceja.—

Donnie: Te puedo prestar una casa, muy lujosa que está un poco a las afueras de la ciudad —Dio otro sorbo a su copa.— Ahí pueden hacer lo que quieran pero reitero...—Lo miro de reojo.— Es solo un préstamo

Rafa: ¡Gracias, Donnie! —Su expresión cambio a una alegre.—

Al ver aquella expresión, Donatello se reía a carcajadas internamente viendo lo ingenuo que era aquel con el que casaron a su amado de cinta azul.

Se despidieron y fue hasta donde las tortugas menores estaban, con cautela se acercó al de ojos zafiro.

Donnie: Cuando yo quiera puede ir y hacerte mío —Susurro con una sonrisa formada en sus labios.— Esto no detiene nada

La piel del ojizafiro se erizó, viendo como la pareja se alejaba e iba de la fiesta. Regreso con su esposo y siguieron disfrutando del resto de la noche, claro que no pudo evitar quedarse con una enorme duda.


Continuara...
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Lamento tanto que esto sólo parezca simple relleno y que quizá no sea de su agrado, de verdad lo siento
Bueno, nos leemos después mis querid@s lector@s, adiós :3/

𝑻𝑴𝑵𝑻 ➼『 𝐋𝐨𝐬 𝐈𝐧𝐟𝐢𝐞𝐥𝐞𝐬 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora