Donnie estaba en su oficina revisando una gran cantidad de papeleo, su boda había sido hace una semana, se había ido de luna de miel con Miguel Angel y en cuanto regresaron el trabajo lo ataco como un desquiciado sin nada que hacer, se quito sus gafas de lectura y sobo sus ojos, si seguía así le iba a dar un colapso de estrés.
Hace poco había despedido a su secretaria por el mal trabajo que realizaba, eso de confundir documentos, llegar tarde, avisar de juntas tarde y no traerle su café con extra de cafeína, no lo pudo tolerar mas tiempo. Ahora tenia que encargarse de eso también.
Las voces animadas de dos personas llegaron a sus oídos ya que cada vez se escuchaban mas cerca de la puerta de su oficina, se sentó correctamente y acomodo su corbata a la espera de que esas personas entraran, las puerta se abrieron dejando ver a su hermana y a su marido.
Karai: Hola, hola, hermanito —Saludo sonriente, tomando asiento en la silla frente al escritorio del esbelto.—
Mikey: ¡Cieloooo! —Corrió con energía hasta su pareja para después tomar asiento en las piernas de este.—
Donnie: Hermana, amor mio, ¿En que puedo ayudarlos? —Sonrió, acomodando bien al de pecas en sus piernas.—
Karai: Solo pasábamos a saludar —Le dio un guiño y chasqueo sus dedos.—
Donnie: ¿Que? —Frunció su ceño.— ¿Solo eso?
Mikey: Karai me insistió en venir a molestarte un poco —Mordió su labio con emoción.—
Karai: Esto te terminara convirtiendo en un amargado —Ríe divertida, levantándose de su asiento.—
Donnie: No —Nego con su cabeza varias veces.— No, por supuesto que no
Mikey: Donnie —Se apresuro a interrumpirlo.— ¿Aun sin secretaria?
Karai: Hermano, necesitas ayuda, ¿Que hay de las solicitudes que te han llegado? —Le regalo una sonrisa tranquilizadora.— ¿También te a caído maldición de cero secretarias?
La tortuga esbelta soltó un suspiro, valla que todo fue un asco durante los últimos meses, apenas y podía contemplar el paso del tiempo sin que una tragedia se presentara, a veces hacerse una limpia no sonaba tan mala idea. Por su mente paso lo que ocurría con la otra pareja de tortugas, Rafa apenas pudo conseguir un trabajo bueno en el edificio del TCRI, Leo aun estaba en busca de trabajo y una magnifica idea paso por su cabeza.
Donnie: Creo que tengo una idea —Miro a ambos con ilusión.— ¿Me pueden hacer un favor?
Mikey: ¡Claro, cariño! —Acepto de inmediato.— ¿Que es?
Donnie: Solo espérenme aquí y vigilen todo, yo no me tardo —Levanto a su pareja de sus piernas.—
Karai: Nosotros nos encargamos —Se encogió de hombros con tranquilidad.—
Donnie salio como rayo desde su oficina hasta su auto, del mismo modo acelero a la casa de las otras dos tortugas, su sonrisa se ampliaba cada vez que pensaba en la idea que se apodero de su mente, iba a disfrutarlo tanto.
Llamo con insistencia a la puerta, siendo recibido por el oji-zafiro quien de inmediato le permitió el paso, al estar ambos dentro, Donnie se apresuro a llenar de besos la cara al menor, quien gustoso se dejaba besar pero lo aparto con suavidad.
Leo: Espera, Donnie —Puso ambas manos en el pecho ajeno.— ¿A que se debe esto?
Donnie: Te tengo una propuesta de trabajo —Se puso de rodillas, sonriendo divertido.—
Leo: Idiota, que romántico —Rodo los ojos, riendo también.— ¿De que se trata?
Donnie: ¡Se mi secretario! —Manos de jazz.—
Leo: ¿Tu secretario? —Llevo una mano a su mentón.— ¿Porque?
Donnie: Porque despedí al mio y tenerte a ti en mi trabajo seria lo mejor de la vida —Se levanto de un brinco.— ¿Aceptas? Si dices que no te secuestro
Leo: Oh si, claro-¿¡Que!? —Llevo ambas manos a su cabeza.—
Donatello soltó una carcajada ante las expresiones del contrario, sin duda alguna a ambos les encanto la idea. Estar juntos por trabajo, sin duda iba a funcionar de maravilla. Donnie decidió tomarse otros 10 minutos libres para aprovecharlos en llenar de besos al menor, al pasar los minutos, el esbelto se retiro de la casa y fue de vuelta a su trabajo.
Por parte del de cinta azul, salio de su casa a esperar a que el taxi pasara por el y lo llevara con su padre. La prisión de New York no era la gran cosa si eras un criminal con solo horas de condena pero para los que tenían una cadena de años se volvía cada vez mas estresante, si no sabias cuidarte ahí dentro, era casi un echo que morirías.
Leo esperaba con paciencia tras el vidrio resistente que lo separaba de su padre, donde ambos solo podían comunicarse por el teléfono que colgaba justo a su derecha. Su progenitor apareció, tomando asiento del otro lado y ambos tomaron el teléfono.
Saki: Creí que enserio no vendrías a verme —Su voz tenia el mismo tono inexpresivo de siempre.—
Leo: Solo quería saber si seguías vivo —Se encogió de hombros.—
Saki: Que insolente eres, después de que te lo di todo, te atreves a venir a burlarte —Dio un puñetazo a la mesa.—
Leo: Por favor, no nos guardemos rencores, ¿Si? —Rodo los ojos.— Aun sigo casado con Rafael, deberías estar feliz
Saki: Eres decepcionante —Hizo una mueca.—
Leo: Eso tampoco ayuda —Recargo sus codos en la mesa.— Conseguí un nuevo trabajo en la empresa Otama, Donnie me lo dio
La expresión de Saki no tenia descripción alguna, lo único que se pudo ver fue la gran necesidad de golpear a su hijo, Leo carraspeo ganando aun mas la atención de su progenitor.
Leo: Yo no te sacare de prisión, te lo mereces —Su voz era igual a la de su padre, con tono inexpresivo.— Ahora lo entiendo todo, le querías dar la empresa a Rafa para que el cargara con tu delito y después irte corriendo como lo hicieron sus padres
Saki: —Escucho atento a su hijo.— No eres tan ingenuo como creía
Leo: Rafa y yo saldremos adelante mientras tu te pudres aquí —Entrecerró sus ojos.—
Saki: También te quiero, hijo —Soltó una risa.— Supongo que nos veremos en el infierno
Leo: Es lo mas probable —Se encogió de hombros sin interés.—
Saki: Hasta nunca. hijo —Le hizo una corta reverencia con la cabeza.—
Leo: Hasta nunca, padre —Correspondió al gesto.—
Así fue como termino la relación padre e hijo, a ninguno de los dos le dolió en realidad, Saki siempre supo que moriría solo por los problemas que había ocasionado en su pasado y ahora que sabia que su hijo podría cuidarse solo, le fue suficiente para saber que se iría del mundo sin algún arrepentimiento en la educación que le dio a su hijo pues al final de cuentas era su sangre y ambos, en algún punto, comparten la misma cabeza y sabia que su hijo siempre salia ganando en los engaños.
Leo: Hola, Rafi —Saludo con un beso en la mejilla a su esposo quien recién llegaba del trabajo.— ¿Que tal te fue?
Rafa: Estuvo cansado pero bien —Se sentó junto al menor.— ¿Y tu? ¿Que tal tu día?
Leo: Bastante bien —Le sonrió suavemente.— De hecho conseguí trabajo
Rafa: ¿¡De verdad!? ¡Eso es genial, amor! —Lo abrazo con alegría.— ¿Donde trabajaras?
Leo: Trabajare con Donnie como su secretario —Sonrió ladino.—
Continuara...
Ya casi llegamos al final, espero te haya gustado este capitulo, muchas gracias por leer y nos leemos después ;3
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𝑻𝑴𝑵𝑻 ➼『 𝐋𝐨𝐬 𝐈𝐧𝐟𝐢𝐞𝐥𝐞𝐬 』
RandomUna amistad muy fuerte, separados desde pequeños con un sentimiento de amor muy verdadero que con los años se fue olvidando. Pero al encontrarse, los problemas se harán presentes con un matrimonio arreglado y un noviazgo que deberá convertirse en al...