Capitulo 18

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Las cosas estaban tensas entre Rafael y Leonardo, ambos habían sido afectados por lo ocurrido con sus padres, sabían que debían tomarlo maduramente y seguir con su vida pero, vamos, era complicado lidera con el hijo de unos padres que habían escapado después de meter al padre del otro hijo a prisión por violar la ley.

Hablando aun de esas dos tortugas, sus problemas de matrimonio llevaban estando presentes desde hace unos días, lo único que lograron mantener con ellos fue la casa de los Hamilton ya que estaba al nombre de la tortuga de rojo. Era de mañana y el primero en despertar fue el de ojos azules. Leo se dirigió al baño, lleno la bañera y se metió en esta, el agua tibia relajaba lo tenso que se sentía que se recostó y cerro sus ojos para poder relajarse mejor.

Fue tanta su relajación que ni siquiera se dio cuenta de la presencia de la tortuga mayor, fue hasta que el sonido del agua lo hizo abrir los ojos encontrándose con Rafael metido en la bañera. Hubo un silencio entre ambos, Rafael se recostó en el otro extremo y extendió sus brazos hacia el oji-zafiro, Leo apretó sus labios y fue hasta el mayor, quedando sentado entre sus piernas, quedando su de caparazón hacia este.

Rafa: Siempre me a gustado el jabón que usas —Recargo su mentón el hombro del menor.— El olor a vainilla va contigo

Leo: Pero cambio seguido el olor de mi jabón —Jugo un poco con el agua.—

Rafa: Y siempre que lo cambias te digo lo delicioso que hueles —Beso la zona en donde estaba recargado.—

Nuevamente un silencio lleno el cuarto de baño, Leo quería arreglar las cosas con Rafael y quizá...pedirle el divorcio, no tenían porque seguir juntos en matrimonio si todo se había ido al carajo pero sabia que Rafael no querría eso. Cada muestra de amor que el de rojo le daba era una escapatoria menos y mas cuando sabia que tampoco podría estar con el esbelto.

Rafa: Ya no quiero seguir así, Leo —Hablo con desgano.— Por favor, solo te tengo a ti 

Leo: —Soltó un suspiro, ladeando su cabeza.— Y yo solo te tengo a ti

Rafa: ¿Podríamos olvidar que nuestro matrimonio fue por negocios y simplemente....¿Ser felices? —Volvió a besar el hombro del contrario.— Quisiera ir bien a la boda de Donnie y Mikey

Leo: ¿Su...su boda? —Paso saliva con dureza.—

Rafa: Si, es hoy, lo recordé en cuanto desperté pero —Hizo una suave mueca.— ¿Que dices? 

El ultimo candado que tenia abierto para liberarse de la cadena se había cerrado, la boda de Donnie era lo que menos quería presenciar en esos momentos, al fin los sentimientos que sintió el de cinta morada cuando el se caso se hicieron presentes en su pecho, resignarse a que esa seria su vida por siempre parecía ser la ultima opción que le quedaba.

Un poco de agua salio de la bañera cuando el oji-zafiro se giro para quedar cara a cara con el mayor, ambos labios se unieron en un tranquilo y suave beso, un beso que no habían compartido desde hace días. Una vez se separaron, Leo dejo su frente pegada con la de Rafael, mientras el de ojos verdes lo abrazaba por la cintura, se encargo de acariciarle las mejillas.

Leo: Esta bien, estoy seguro que lo haremos mejor —Sonrió con dulzura.—

Rafa: Gracias, Leito —Correspondió a la sonrisa.— Te amo

Leo: Yo también —Le dio un pico en los labios.—

Rafa: ¿Tu también que? —Lo apega mas a su cuerpo.—

Leo: También te amo —Soltó una suave risa.—

Los nervios y las ganas de salir corriendo se hacían presentes en Donatello, desde muy temprano había estado despierto, necesitaba a Leonardo, lo necesitaba tanto pero le fui imposible su intento de marcarle puesto que no quería molestarlo. Faltaban solo dos horas para que la ceremonia diera comienzo, la ceremonia de misa seria en el mismo lugar donde se iniciaría la fiesta. 

Los comprometidos estaban en diferentes habitaciones para terminar de arreglarse, Donnie batallaba al querer hacer su moño del traje, las manos le temblaban así que dejo de intentar y soltó un suspiro de rendición, al volver a verse en el espejo, una inconsciente sonrisa se formo en sus labios al ver a quien lo acompañaba en esa solitaria habitación.  

Donnie: Leo —Se giro y camino hasta el mencionado.—

Leo: Hola, Donnie  —Dio los pasos faltantes hasta el esbelto.—

Al estar ambos cerca, unieron sus labios en un profundo beso. Leo tomo de la nuca a Donnie para acercarlo mas, mientras que el contrario lo levantaba un poco del suelo. Ambos cerraron sus ojos y soltaron un suspiro, ¿Que estaban haciendo?, solo eran dos tortugas enamoradas que pese a luchar contra esas emociones salían perdiendo, se anhelaban.

Al separarse, se miraron a los ojos y compartieron una mirada triste, Leo podía notar la desesperación en esos hermosos ojos del esbelto, noto que su acompañante no quería hacerlo. La tortuga menor se separo del mayor, llevando sus manos a las cintas negras al rededor del cuello ajeno, comenzando a formar el moño.

Leo: Estas muy tenso —Menciono con calma.—

Donnie: No quiero hacerlo —Hizo una mueca.—

Leo: Lo se —Al terminar de hacer el moño, llevo una mano a la mejilla del contrario.— Pero tranquilo, ¿Si? No hay que generar mas daño

Donnie: ¿Que quieres decir? —Arqueo su ceja en confusión.—

Leo: Le dije a Rafa que trataríamos de llevar un matrimonio normal sin tener que mencionar que nos casamos por negocios —Aparto su mano.— 

Donnie: Pe-pero ¿Entonces? —Su voz se corto.—

Leo: ¿Tu que harás con Mikey? —Ladeo su cabeza.— Para que no se vea sospechoso

Esas palabras parecieron traer a la vida al esbelto, tomo al mas pequeño de las caderas y lo elevo en el aire, ganando unas risas del mismo. Al bajarlo, compartieron un beso mas, Leo no estaba listo para ver a Donnie de pie en el altar pero eso no importaba, sabia que los ojos del esbelto eran solo para el.

La ceremonia había empezado, los invitados ya estaban en sus asientos, observando como la pareja de tortugas estaba de pie en el altar, escuchando las palabras del padre. Cuando quedaron uno frente al otro, se dispusieron a decir sus votos.

Mikey: Yo, Miguel Angel Jhonson, prometo amarte y respetarte en las buenas, en las malas y en las peores, te llenare de comida y amor todos los días del resto de mi vida, siempre estaré para ti y comprenderé cuando tengas trabajo extra para que cuando llegues a casa, ahí este yo para consentirte —Dijo con honestidad.—

Donnie: Yo, Donatello Hamato, prometo dejar que me alimentes como quieras, si solo tengo cinco minutos libres te los dedicare a ti —Sonrió ladino, llevando una mano a su pecho.— Te amare, te cuidare, te escuchare, mi corazón es tuyo hasta donde alcance mi vida y mas haya, te amo, luchare por que tu y yo permanezcamos juntos pese a cualquier cosa que se nos atraviese en el camino

Aquellas palabras cautivaron a todos, en especial a una tortuga de ojos-zafiro al escuchar aquellas palabras, pues fueron las mismas palabras que el esbelto le dijo antes de salir de la habitación y reunirse en la ceremonia, esas palabras eran únicamente para él, no tenia duda alguna, el esbelto lo había mirado antes de decírselas al de cinta naranja.

Y así, con el corazón entregado, Donatello y Miguel Angel se declararon esposo y esposo, hasta que la muerte los separe.


Continuara....


Esta historia llegara hasta el capitulo 20, ya saben que mis historias no son muy largas xd

¡Gracias por leer! Espero que haya sido de tu agrado este capitulo y nos leemos después ;3

𝑻𝑴𝑵𝑻 ➼『 𝐋𝐨𝐬 𝐈𝐧𝐟𝐢𝐞𝐥𝐞𝐬 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora