3.2

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Mis maletas ya estaban listas para irme, sin saber bien si regresaría. Mire la habitación vacía, Jeno se había llevado muchas de sus cosas y sin las mías ahí no quedaba nada más. Tal vez algunas de las pertenencias de Haechan, quien las había dejado ahí con su excusa de "Para que me recuerdes cuando me extrañes". Ahora lo extrañaría mucho más de lo que debería, será duro para él y aún más lo será para mí.

Ese día pensé que esa tonta partida sería la última que tendríamos, que Haechan volvería a retomar sus clases y encontraría la cama vacía, con una nota sobre ella donde le decía el porqué de mi repentina partida.

La puerta sono y le pedí a la persona detrás de ella que pasara, había pocas personas en los edificios así que las posibilidades serían mínimas. Mark paso dentro de la habitación con sus manos enredadas frente a él, la incomodidad en sus ojos y la preocupación en su rostro.

—¿Llamaste a Donghyuck?— Negué. No sabía cómo decirle que me iría sin saber si regresaría, mucho menos después de todos los momentos que pasamos juntos. No cuando el era mi prioridad.

—No sé qué decirle— tenía miedo, miedo de defraudarlo y hacerlo sentir mal por abandonarlo, hacerle creer que le había mentido cuando le decía que estaría ahí para el cuando él lo necesitará.

—¿Y si empiezas por decirle lo que sientes por él?— Una segunda voz se escuchó desde la puerta. Jeno llegaba al lugar con sus valijas, mire a Mark quien ignoro mis ojos —Crei que él era tu prioridad—

—¡Lo es!— no pude evitar levantar mi voz. Esto lograba superarme y no encontraba la manera de manejarlo.

—¡Entonces deja de actuar así y dicelo!— La voz de Jeno muy pocas veces se alzaba en un grito, lo cual me había sorprendido cuando lo hizo. Mire su expresión, estaba molesto y frustrado.

Nos miramos unos momentos, sabiendo todos los sentimientos que había estado ocultando el último tiempo, las pocas veces que habíamos hablado sobre lo que realmente sentía. Era la única persona que conocía la historia desde los dos puntos de vista, una noche me lo había afirmado.

“A veces desearía poder decirle al otro las conversaciones que tenemos”

Había dicho, afirmando que sabía más que nosotros mismos.

No era un secreto lo que sentíamos, ambos lo sabíamos y lo dejábamos en el aire como un misterio, una mentira que solo nosotros creíamos como verdad. Queríamos creer que no hacía falta hablarlo, que estaríamos bien estando de esta forma. Pero los ojos ajenos no son ciegos y era algo fácil de notar.

Caí sobre mi cama, mis manos llendo con pesadez a mi rostro intentando calmar el eminente llanto que pronto llegaría.

Sin dudar uno de los días más tristes de mi vida. Sabiendo que debería dejar atrás lo que más amaba.

Fue en esa milésima, en esa conversación de mi mente, esa frase que apareció en mi cabeza que me hizo dar cuenta de lo profundo que era esto. En ese momento entendía todo con claridad, mi única verdad entre la oscuridad de las mentiras que habitan en el mundo. Amaba a Lee Donghyuck más de lo que debería, más que a un simple amigo.

—¿De que servirá?— Mire mi reloj, mi vuelo saldría en unas horas y la casa de Haechan quedaba lejos del aeropuerto.

—Si no lo intentas no sabrás—

—Si el dice que siente lo mismo— Mark soltó un fuerte suspiro, lo que me hizo darme media vuelta para mirarlo.

—Los ojos son los únicos que no pueden ocultar la verdad y los de Donghyuck brillan cuando te miran sonreír. Si no le gustas, pues entonces tengo una idea equivocada de lo que es el amor— Los ojos de Mark concordaban con sus palabras, reflejando la honestidad, la seriedad y la confianza en ellos.

7 Besos |Renhyuck|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora