6.1

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El sexto beso fue tal vez el que más necesitamos, el que nos repetía que no hacía falta la perfección, nos amamos tal cual somos. El beso que marcaba una nueva y última etapa juntos, el paso hacia una vida nueva.

Era el día de la boda nuestros amigos y estábamos preparando nuestra ropa de gala, no quiero alardear, pero me veía demasiado bien para cualquier persona normal. Aún así, quedaba cien veces mejor con un moño que iba en él, pero no lo encontraba por ninguna parte, busque en los cajones, el armario y no podía localizarlo. Así que decidí buscarlo de una manera más efectiva.

Llamando a mi prometido

—¡Haechan!— le grité desde donde estaba parado, a un costado de nuestra cama.

El llegó rápidamente hacia donde estaba parado. No pude evitar observarlo de arriba abajo, si vestido con pijamas, con disfraces de sus personajes, con ropa normal era hermoso. Envuelto en ese traje blanco era algo indescriptible, se veía hermoso, la pureza del blanco hacía que su piel resaltara y la sonrisa arrogante le daba la sensación de un príncipe malvado.

—¿Que sucede injun?—

—No encuentro mi corbata— Hice un pequeño puchero con mis labios.  Haechan me sonrió

—Dejame ayudarte— Solo se movió unos pasos hasta el cajón de la mesa de noche y la encontró. Se acercó hacia mi negando, sabiendo que en realidad no la había buscado bien. Intente quejarme pero él me lo negó —Eres un niño pequeño— Lo observé mientras me lo acomodaba en un moño.

Nuestras manos se juntaron en algún punto del objeto, sin saber si realmente estábamos acomodando mi vestimenta o simplemente buscábamos una excusa para que nuestras manos se encuentren y sentir la calidez del otro. Algo tan simple, doméstico y romántico, la tonta sonrisa no se borraba de mi rostro cuando la levanté para mirarlo.

Nuestros ojos se cruzaron y sostuve su mirada, esperando que hiciera algo más. No soporte más y lo bese rápidamente, el se quejó.

—Besame de verdad— Y con esas palabras, lo tome por la cintura y lo bese como merecía. Dejando que nuestros labios volvieran a esa sensación de felicidad al volverse a juntar.

Ya estábamos listos y sabía que debíamos emprender viaje si no quería llegar tarde y que a Jeno le diera un ataque de nervios por qué su padrino de bodas no llegaba a tiempo. Por alguna razón no encontraba mis llaves y por más que buscara, no podía localizarlas. Tampoco sabía dónde estaba Donghyuck en ese momento, creía que estaba haciendo una broma para hacerme poner nervioso.

Escuché sus pasos desde atrás y tome fuerzas para no enojarme por una estupidez como esa, no era el momento para juegos, y mucho menos para empezar una discusión con mi novio. Me gire dispuesto a preguntarle sobre las llaves, pero sus ojos brillaron de manera que no puedo explicar, mi corazón lo supo antes de que lo hiciera y comenzó a latir con fuerzas. Donghyuck poso una de sus rodillas en el suelo y de su bolsillo extendió una caja de terciopelo, la abrió y se reveló un anillo dentro.

—Se que dijiste que Si— Su voz temblaba y Rogue que no empezara a llorar, porque si lo hacía, yo lo seguiría. El prosiguió —Pero quería hacerlo bien y especial. Sé que estamos llegando tarde, pero quería hacerlo cuanto antes y dejar que esto sea un secreto entre los dos—

Ningún conocido sabía que hace unos meses me había pedido matrimonio y que le había que dicho que si. De una manera extraña y casi cometo el error de no entender sus palabras, pero había accedido.

El continuó con su charla, quejándose en voz baja de que le dolía la rodilla y las cambio de posición. La que estaba en el suelo se levantaba y la otra se agachó de regreso al suelo.

7 Besos |Renhyuck|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora