2.2

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Mis días eran una montaña rusa, cambiando entre dos tipos de días: hermosos días donde respirar se sentía renovador y otros donde me preguntaba porqué mi suerte era tan mala.

Y el día de aquel segundo beso fue sin dudar, uno de los segundos días.

Mi alarma no había sonado, así que no llegaba a mi primera clase. Decidí quedarme en mi cama y seguir con mi sueño cortado, mi mente estaba abrumada por muchos pensamientos que no deberían estar ahí, cargada de sentimientos que hace tiempo no sentía y creo olvidar como eran. Dando vueltas en mi cama la puerta fue golpeada, una dos y tres veces con fuerzas.

Mi corazón dió un golpe por el simple pensamiento de que detrás de esa puerta este Donghyuck con una crisis de nervios, sus ojos empapados con lágrimas y su mente abrumada, mis problemas siempre serían olvidados por los de él.

Si Haechan estaba feliz, yo era feliz. Así de simple era.

Me levanté rápido, pero mis sábanas me enredaron y termine cayendo al suelo con fuerza, intente levantarme de manera rápida olvidando mi dolor que se propagaba a mi espalda, la puerta seguía siendo golpeada y maldije al pesado sueño de Jeno quien no se levantaba de su cama. Al llegar a la puerta tropecé y mi ojo se golpeó contra la pared de un lado, con una mano sobre mi ojo abrí la puerta.

Un niño que se veía menor a nosotros estaba parado ahí, lo miré de mala manera por crear semejante escándalo. Me sonrió tratando de alivianar mi estado, me veía hecho un desastre y seguramente escucho el sonido de las caídas.

¿Que quieres idiota?— Estaba enojado, así que solté las palabras en chino olvidando que estaba en Corea.

—Jeno me pidió unos apuntes, lo siento pensé que estaría solo— En un primer momento lo entendí, seguramente Jeno le pidió que fuera escandaloso por su sueño, pensando que estaría en mi clase. Luego ni mente hizo click y comprendí que no solo me había entendido, si no también me había contestado en Chino.

—¿Eres chino?—

Si. Soy Chenle— lo salude con mi mano que no sostenía mi ojo, estaba seguro que me saldría un moretón justo ahí.

Entre todo el lío, por fin Jeno se despertaba. Primero me observó a mi en la puerta, luego a su amigo pequeño y rápidamente se levantó. Solté una expresión de frustración al ver como Jeno se levantaba rápido y eficaz, sin problemas y con el pelo ordenado, solo un mechón fuera que lo hacía ver más adorable de lo que era. Mire mi propio cuerpo y ví que aún tenía saliva seca en las comisuras y mi cabello estaba enredado por todas partes.

—Gracias Chenle, me salvaste—

Al retirarse el chico que compartía nacionalidad conmigo mire a Jeno. O mi detector de edades estaba fallando o ese chico era menor a nosotros.

Hace días venían diferentes personas diciendo que traían apuntes, cada una no parecía compartir clases con él mucho menos parecían estar estudiando la misma carrera y empezaba a dudar.

—¿Que es todo eso?— Le Pregunté una vez se acomodó en el escritorio y junto todo el conjunto de carpetas, hojas y demás frente a él.

—Si me escucharás cuando te hablo, lo sabrías— Se giró a verme y sus ojos cambiaron de color, se llenaron de preocupación —¿Que te sucedió?— lo miré y luego a mi, notando que mi mano ya no estaba sobre mi rostro.

—Crei que era Donghyuck quien golpeaba y me tropecé—

—Deberias ponerte algo—

Obviamente el dolor físico nunca se podría comparar al dolor emocional o el estrés. Esos dolores eran más profundos y no era fácil curarlos o aliviarlos. Mi ojo aún dolía, pero las dolía la decepción y el odio a mi mismo. Solo debía aprobar un último examen para fin de año, era el único que me faltaba y poder tener una linda navidad sin preocupaciones.

7 Besos |Renhyuck|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora