Capítulo XII: Amigos

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Ari despertó calmado y con sueño, había un par de tubos conectados a su nariz y su boca. No podía hablar.

Miró hacia los lados y reconoció una habitación de hospital. A su lado estaban Diego y Temo. Quiso hablar pero solo pudo emitir un sonido gutural.

-Ya despertó, Temo, deberías ir por la enfermera, yo me quedo con él.

Con una sonrisa de alivio, Temo salió corriendo de la habitación; estaba ansioso por llevarse a su novio de ahí.

En cuanto Temo salió, Ari contempló interrogante a Diego.

-Siempre te las arreglas para que quiera matarte y abrazarte al mismo tiempo- dijo él.

Se acercó más y se apresuró a resumirle lo sucedido.

-Ayer finalmente colapsaste y te desmayaste mientras llevabas a Yolotl a su casa.

Lo último que Ari recordaba era haber salido del club. Si se había dormido, entonces.

Intentó hablar de nuevo, mas el tubo se lo impidió.

-No chocaste- aclaró Diego rápidamente -Yolo controló el coche y te trajo aquí. Ahora escucha y trata de no alterarte.

Diego tomó una bocanada de aire.

-Yolo llamó a Temo, te hicieron el un análisis y las drogas salieron en tu sangre.

Antes de que pudiera continuar, Ari se agitó tanto que hizo por arrancarse las vías.

Diego lo sujetó de lo hombros.

-¡Cálmate! Él no lo sabe.

El otro le dio otra mirada interrogante.

-O sea, sí vio tus análisis pero... - tragó pesado y Ari notó que venía algo grave -Yolo... ella hizo un trato por ti, para que modificarán tus resultados y no los enviaran a la policía.

Ari no pudo sentir alivio, creía que Diego le ocultaba algo importante pero con las vías no podía hacer preguntas.

-Le dijeron a Temo que confundieron tus análisis con los de otro. Te desmayaste por un bajón de azúcar y las llagas en tu garganta son por cantar tanto.

Ari asintió para hacerle comprender que sabía que tenía que actuar.

En ese momento, Temo regresó con una enfermera.

-Hola, tahi- sonrió él -me diste un susto.

La enfermera revisó el nebulizador.

-¿Te duele? -preguntó.

Ari negó con un gesto. Ella le quitó los tubos con cuidado y le pidió que abriera la boca.

-La llagas siguen ahí pero ya empiezan cicatrizar. No comas irritantes. Si bebes alcohol, asegúrate de que no sea adulterado.

Se giró hacia Temo.

-Ya puedes llevártelo, Temo.

Dicho eso, se despidió de él con un beso en la mejilla y salió.

Ari se sentó y vocalizó para relajar sus músculos.

-¿Cómo estás?

-Bien, no me acuerdo de nada -se apresuró a agregar antes de que su novio hiciera preguntas.

Entre Temo y Diego lo ayudaron a levantarse y los tres salieron.

.*.*.*.

Andy y Santi se miraron el uno al otro.

-¿Qué hacemos?

-No sé, ¿crees que...?

Él es mío || AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora