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Maratón 1/2

❄☀

Mi cara debió tornarse roja, escuché la carcajada que Jeongguk había soltado, fruncí el ceño y hablé.

—¿Qué es lo que te da risa?— pregunté viendo como soltaba la toalla que había utilizado para secarse las manos, salió del baño cerrando la puerta para luego caminar hasta mí y posicionarse hasta quedar a centímetros de mi rostro.—¿Qué haces? Alejate.— exigí.

—¿Sabes qué es lo que me da risa?— no respondí, simplemente dejé que prosiguiera.—Que debí de haber arruinado tu lindo rostro hace tiempo al estampar mi puño en él.— temblé al oír aquello, sin embargo intenté no demostrar alguna reacción débil.—Pero no lo hice.— suspiró enojado.—Y es jodido, porque malditamente no sé la razón del no haberlo hecho.— pude sentir el aliento a alcohol invadir mis fosas nasales.

—Estas ebrio.— hablé retrocediendo.

—¿Y eso qué? Es una fiesta, puedo estar tan ebrio como yo quiera.— caminó nuevamente hacia mí.—¿Qué estás haciendo, Park?

—¿A-a qué te refieres?— mis pasos no se detenían, pude sentir la dura pared al chocar contra ella, y aún así, Jeongguk no se detuvo, posicionando sus dos brazos a cada lado.

—Tú eres una pesadilla en vida, ¿por qué?— lo miré confundido.

—Estas diciendo estupideces, para.— traté de apartarlo.

—Haces que la luz del control deje de funcionar, los dos aparecemos en cualquier momento.— mi labio tembló al ver como por su ojo pasaba tanto una luz violeta como una verde, turnándose entre sí.—Sólo tú lo haces, ¿por qué? ¿qué mierda hay de diferente en ti? ¡Dime!

—Yo... Yo... No sé que dices...

—Me he repetido tu nombre varias veces, he pensando tu rostro en muchos lugares, pero no hay nada de ti. Entonces, ¿cómo lo haces? ¡¿Cómo Jimin, cómo?!

—Dejalo en paz.— al oír aquella voz Jeongguk giró para luego reír.

—No tienes derecho a meterte.— Jin dio un paso hacia él.

—¿No?— ambos se miraron a los ojos por varios segundos. Jeongguk bufó para luego irse bajando por las escaleras hasta desaparecer de mi vista.—¿Estás bien?— preguntó preocupado.

—Sí... Lo estoy.— me reincorporé—¿Qué fue eso?— Jin no dijo nada por unos segundos mientras miraba al piso.

—Olvídalo, está loco.— se dio la vuelta —Si algo sucede, puedes decírmelo— luego bajó por las escaleras.

¿Qué había sido todo eso? Suspiré y entré al baño, me lavé la cara y luego salí. Bajé igualmente, recorrí mi mirada buscando a Tae, pero en vez de eso me encontré con Hoseok, quien bailaba muy apegado con una chica. Reí irónico mientras negaba, me acerqué hasta él tocando su hombro, al verme su rostro pareció deformarse por completo.

—¿Has visto a Tae?— fue lo único que atiné a decir.

—Oh... Jimin...— dijo soltando a la chica quien se giró para luego irse.

—Te he preguntado algo.

—Yo, no... No lo he visto.— asentí.

—Bien, te dejaré seguir disfrutando.— sentí como me agarró del brazo cuando estaba por marcharme.—¿Qué?

—¿Le dirás?— alcé una ceja.

—¿Debería? No creo que le importe.— hablé no estando seguro del todo, pero sin demostrarlo.

Two personalities • [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora