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TH

Tanto mi padre y madre solían decirme que no debía de confiar en las personas cuando no sabía una gran parte de ellas. Aún así éstas demuestren ser las más fiables, las cuales puedes contarles cientos de secretos sin dudar, a quienes les lees como poema cada suceso que te ha marcado.

He tenido que aprender a las malas, cientos de regaños y cientos de corazones rotos.

Todos míos.

Todavía más luego de que en la secundaria todos se burlaran de mí. Fingían ser mis amigos y luego me encerraban en un casillero durante horas. No era hasta que el conserje oía mis gritos que finalmente respiraba con tranquilidad. Y sin embargo, mamá no quería creerme.

"Taehyung, tienes que ser más popular para tener amigos, todos te ven como un rarito"

"Mi hijo no debe de ser un simple rarito"

Eran cosas que se me habían quedado incrustadas en mi mente, todo el tiempo querer ser mejor por ellos. Pero, ¿era lo mejor para mí? Actuar como idiota de igual manera que los demás a quienes alguna vez llamé amigos. Toda mi niñez y adolescencia habían sido una porquería.

Pero allí estaba Jimin. Era como un cálido sol que venía a iluminar los tormentosos días. Cuando salía llorando de casa y corría a la suya, cuando abría la ventana y me abrazaba con fuerzas, cuando alzaba sus sabanas para que entre en ellas, y así dormir, mientras sentía su mano acariciando mi cabeza, susurrando;

"Todo estará bien, Taehyunnie, yo estoy aquí. Estamos juntos"

Las lágrimas dejaban de caer cuando dormía, pero mientras tanto, me sentía a salvo.
Cada día eran nuevos sucesos, y en cada ocasión llegaba aquella promesa.

"Prometeme que estarás conmigo por siempre"

Y en cada ocasión, estaba la suya.

"Prometeme que seguirás a mi lado durante miles de vidas más"

Entonces, allí estábamos, debajo de una manta, con la linterna prendida y la luz apagada.

"Lo prometo"

Decíamos al unísono. Sin saber que, esta vez no eran más que simples palabras como otros osaban de decir. Ambos sabíamos que se harían realidad.
Porque mientras sepamos tenernos el uno al otro, seremos felices, enfrentando el mundo, lo doloroso que a veces puede llegar a ser, y lo cruel que te hará sentir.

Cuando nos mudamos, me sentí finalmente libre. Sin embargo, mis padres no se habían detenido.
Entonces, un nuevo Taehyung había pisado Corea. Un nuevo Taehyung había salido de aquel avión, prepotente, testarudo, egoísta, rencoroso. Alguien lleno de malos pensamientos con un sólo objetivo; vengarse.

Quería ser mejor que todos.

Hice mal a varias personas, pero volví a aprender.

Incluso él, quien en un momento creí mi enemigo. Pero Jungkook no lo había sido.

Luego estaba Jin. Quien hasta ahora seguía a mi lado y me enseñaba lo distinto que podemos ver la vida. Quien no se alejó a pesar de haber convivido con el "Taehyung idiota". Gracias a él comprendí muchas cosas, y estaré agradecido siempre.

Se ganó un lugar en mí en poco tiempo, y aunque mamá dijo que no debería de confiar, a veces simplemente tienes que dejarte soltar.

Uno no aprende a volar hasta que se lanza al abismo por sí sólo y aletea sin cesar.

Sin esperar que alguien más venga a ayudar, sabiendo que si falla, no hay vuelta atrás.

Pero aún así lo intenta.

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⏰ Última actualización: May 25, 2020 ⏰

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Two personalities • [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora