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-No soy quien para decirte esto, Jungkook, pero, creo que si uno no se arriesga a las cosas entonces vivir la vida no tendría sentido. No tengo razones para convencerte de que quizás no sea tan malo lo que descubras, porque con lo que he visto, tal vez si temas, y está bien tenerle miedo a lo desconocido, a lo que viene como sorpresa y explota en tu cara con un "veme aquí, con nuevas situaciones que quizás no puedas aguantar en tu cabeza" así que tomate tu tiempo. Si para ti es bueno quedarte con ello como algo desconocido, hazlo. Y cuando estes listo, averígualo. Y no te preocupes, si te afecta de más, yo puedo ser tu acompañante.- sonreí. Jungkook se me quedó mirando atento, no podía describir lo que veía en sus ojos, pero no era malo, en absoluto. Era una especie de paz interior, algo que no se puede explicar exactamente con palabras.

-Yo...- sostuvo sus mangas entre sus puños agachando la cabeza-Te lo agradezco, de verdad... No soy bueno con las palabras, pero es muy lindo que quieras quedarte a mi lado aún así sea un raro al que todos toman como loco.- suspiró intentando no borrar aquella pequeña sonrisa en su rostro.-Eres bueno conmigo y no tienes razones, y por lo que me has dicho, incluso Jeongguk te ha aceptado... Y eso es grandioso, ya que él no es así, deberías contarme tu secreto.- rió.

Me quedé en silencio unos segundos. Recordé cuando le dije que era amigo de Jeongguk, pero era mentira, en realidad no sabía que tipo de relación tenía con él. Era una especie de odio y no odio, complicado pero soportable. Y no iba a decir que eramos dos personas completamente distintas, porque en algunos casos, los dos nos parecíamos, así que tal vez podríamos llevarnos bien, pero, era como si no quisiéramos a la vez.

-Tú no eres ningún raro ni tampoco un loco, Jungkook. En verdad lo que esa gente estúpida diga de ti no tiene porqué importante, ellos no definen quien eres.- hablé a la vez teniendo en mi mente a mi mejor amigo, y es que ellos dos también se parecían, sólo que Jungkook no le tomaba importancia a su reputación-Con lo poco que te conozco, puedo ver a una personita muy linda, alguien que se sonroja seguido lo cual es adorable, eres amable, y no necesitas a otras personas para que te digan si estás mal o bien, es simple, Jungkook, tú decides todo eso.- observé nuevamente un sonrojo en su rostro.

-¿Por qué eres amable conmigo?- dijo en voz baja, lo miré y suspiré.

-¿Por qué no tendría que serlo?- sonrió.

-Nana dice que soy una buena persona, otras veces puedo escucharla hablando sola, escucho lo decepcionada que está de que sea así, incluso reza para que todo esté bien.

-¿A qué te refieres?

-Nana ya es mayor, le cuesta entender varias cosas, pero es una buena persona. Al menos, la única que he tenido en mi vida. Ella no sabe de Jeongguk, cree que somos la misma persona, he intentando decírselo, pero simplemente ríe y me dice que deje de decir tonterías.- lo miré extrañado.

-¿Has intentando leerle sobre ese transtorno?- asintió.

-Varias veces. Dice que pare de inventar cosas absurdas.- observé un deje de tristeza en sus ojos.

-Pero tú sabes que es verdad, no es alguna tontería o algo inventado. Verás que algún día podrá entenderlo.

-Eso espero...- miré su café a medio terminar y luego el mío, lleno y frío. Todo había sucedido bastante rápido y toda mi atención había ido a Jungkook, haciendo como si siquiera hubiese pedido un café. Miré a la ventana viendo a las personas pasar con normalidad, el cielo comenzaba a ponerse gris, las nubes tapando el ya casi no visible sol. Luego miré a Jungkook, con su vista pegada a su café mientras lo revolvía.

-Deberíamos irnos ya, el tiempo se está poniendo feo.- Jungkook asintió para beber lo último de su café y luego observar el mío.

-No has tomado tu café...

Two personalities • [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora