Capítulo 6

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Luego de que la extraña mujer se fuera, Erza obligó a Natsu a entrar a la tienda.

El dios dragón se quedó dónde estaba sentado, viendo en dirección a donde se había ido la extraña visitante. Reconocía la voz, pero no estaba seguro de quien podría tratarse.

Natsu le pregunto a Erza porque La Orden no estaba permitida en el bosque y si el bosque era de su propiedad.

— El bosque de Fairy existe mucho antes de mi nacimiento, estuvo aquí incluso antes de que mi abuela naciera. —Explicó— Este lugar esta bendecido por la luna, cría de dragón...

— Llámame Natsu. —Interrumpió sentándose en la cama— Somos amigos ¿No?

Ambos estaban en la habitación del pequeño después de que este se bañará y vistiera para poder descansar.

Si bien su relación no era la mejor desde el intento de envenenamiento de Erza a Natsu, este no la veía como una enemiga, después de todo, si era amiga de Lucy, ya era amiga suya.

Titania se sorprendió un poco por lo que le acababa de decir el pequeño. Sacudió un poco su cabeza mirando al pelirosa.

— Bien, Natsu. —Sonrío suavemente— La Orden está prohibida en este bosque por una sola razón. —Cerro los ojos— Te explicaré: Este bosque no siempre fue tan prospero como lo ves ahora. Hubo una época donde todo estaba marchito, lo ríos no llevaban agua en su cauce, los arboles estaban muertos y los animales con suerte sobrevivían.

Cuando la diosa Luna vio este valle vacío y al borde de la muerte, decidió salvarlo dejando caer parte de su magia.

Se dice que cuando la primer gota de Luna toco tierra, los arboles revivieron y crecieron tanto que doblaban el tamaño de un árbol normal, los ríos desbordaban agua e incluso peces nadaban en ellos. La vida volvía a ese valle.

La magia de Luna seguía cayendo, gota a gota hasta formar un manantial que estaba al alcance de todos los que vivan en el bosque. Para proteger la vida y magia que habitaba en ese valle, el sol había decidido crear un guardián para el regalo que su hermana había dado a la tierra.

El sol creo a la primera hada. Una criatura capaz de danzar con el viento, jugar con el agua y hablar con las plantas. Su nombre fue Lilith.

Ella protegía a todos los seres que vivían en el bosque, desde elfos, duendes, ninfas, grifos... incluidos los dragones. Todo era paz pues ninguno codiciaba la magia que les era otorgada por Luna, todos tenían un poco de ella. Pasaron siglos así.

La Orden descubrió la magia que alimentaba este bosque y vino a buscarla.

Pero no era para nada bueno.

A nuestro bosque había llegado el rumor de los niños humanos nacidos con magia. Pero nunca habíamos visto uno.

Cuando La Orden llego, era Irene quien gobernaba.

El enviado dijo que el agua de nuestro manantial les ayudaría a curar a los niños malditos, como ellos los llamaban. Pero nuestra reina supo ver la verdad a través de sus ojos.

La Orden quería el regalo de Luna para poder dar magia a sus sacerdotes y soldados con el fin de doblegar al pueblo humano. A diferencia de nosotros, los humanos necesitan evidencia de que existe algo más poderoso que ellos para así mantener el control sobre los que menos saben.

Irene ordenó a los humanos marcharse, pues el regalo de Luna no debía ser usado para fines tan egoístas. Ellos no lo aceptaron y comenzaron a atacarnos.

Muchas almas se perdieron durante esa guerra. Pero los humanos eran hábiles. Comenzaron a engañar a todos los habitantes de este bosque. Rompieron la unión de las razas y nos hicieron enemigos a quienes éramos aliados desde siglos atrás. Así fue como comenzó la primera y única gran guerra en este bosque.

Niño BersekerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora