11 de agosto, 2018.

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11 de agosto, 2018.

Kurt se observó en el espejo por última vez. Lleva puesto el traje oscuro que su padre le consiguió de Ralph Lauren, con camisa salmón y corbata también negra. Tiene su cabello recogido en un rodete que lo siente bastante despendedor. Realmente es la primera vez que permite no tenerlo suelto y siente demasiado viento sobre su rostro.

Lo importante es que sus ojos resaltan aún más, algunos pequeños mechones caen sobre su vista y eso lo convierte en un príncipe azul de sueños.

—Te ves muy bien. —sonrió Donald detrás de él.— ¿Estás listo?

—No me gustan las fiestas escolares. —se queja.

—Tienes que aprovecharla. —da un paso adelante para acomodar el cuello de su hijo mientras ambos se observan en el espejo.— Cuando comiences la universidad te arrepentirás de no haber disfrutado la época escolar.

Kurt no entiende por qué su padre estos últimos días ha estado tan cariñoso y amigable con él. Tal vez porque desde la muerte de su madre que Donald se ha sentido solo y abandonado, y entendió que no puede permitir el mismo sentimiento a sus hijos. Así que él intenta ser un buen padre y darles seguridad, pero Kurt jamás verá a Donald como una figura paterna... Ni esforzándose lo lograría.

—Yo solo espero que termine pronto. —se queja Kurt nuevamente.

Donald no contestó. Por el contrario, quitó de su saco una carta blanca.

—Tu amigo Krist la envió desde Croacia. —dice.— Dile que la próxima vez use bien su vocabulario.

Kurt tomó la carta inmediatamente, aunque algo enojado porque seguramente su padre la leyó. De todas maneras esperó a que Donald se retire para poder leerla:

Kurt, ¿Cómo estás? Perdón por no comunicarme contigo desde que me fui, mis tíos son de la antigua y aburrida escuela: No usan internet ni tampoco me permiten ir a un lugar público para conectarme.

En fin, las cosas aquí son mil veces mejores que la ciudad de mierda donde vivíamos. Hice muchos amigos pero ninguno disfruta de las películas Marvel cómo hacíamos tú y yo. Y no tienes idea cuánto te extraño.

Me llama la atención que no has intentado contactarte conmigo desde que me fui, ¿Sucedió algo? ¿Cómo van las cosas con el imbécil de Ryan? Y por cierto, ¿Aún eres virgen?

Esperaré tu respuesta.

Krist.

PD: Detrás de la hoja está la dirección que tienes que enviar.

Kurt cerró sus ojos al recordar que no ha enviado señales de vida a Krist desde que se mudó. Y lo que es peor aún: ni siquiera pensó en él. Ha estado tan ocupado con Darkness y su misteriosa existencia, más la muerte de su madre y el cambio radical de Ryan, que Krist quedó en un plano totalmente alejado de su mente.

—¿Estás listo? —preguntó Donald volviendo a la habitación del rubio.

—Sí, sí. Lo estoy. —sonrió a medias y dobló la carta para colocarla en su bolsillo.

Enseguida salió de la habitación con la mano tibia de su padre sosteniéndole los hombros, hasta llegar al living donde está a unos pasos de la salida.

—Que tengas una buena noche, hijo. —dijo con cierto tono apagado.

Kurt ya no aguanta seguir fingiendo una sonrisa cuando claramente su padre ya no es el mismo, y se dio la vuelta enfrentándolo.

—¿Por qué de repente actúas como un verdadero padre?

Donald tragó saliva, y simplemente ablandó sus ojos sonriendo con los labios cerrados, para luego abrirlos y decir:

Darkness. [KurtAxl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora