24 de julio, 2018.

446 77 83
                                    


24 de julio, 2018.

Kurt despertó. Otro día más que debía ir al instituto, pero lo anima que es miércoles y se encuentra a mitad de semana.

El día anterior había estado dándole clases en Starbucks a Ryan, quiso burlarse de lo poco que entiende el rubio sobre matemática y filosofía, pero no lo hizo porque no salía de él. Pagó para ambos un café, y sintió cómo su compañero de colocaba rojo en sus mejillas por no poder pagarlo. Después se despidieron simplemente mirándose, Ryan siquiera quiso acercarse a saludarlo.

En fin, por más que Ryan —tal vez— haya parado con su hostigamiento a Kurt, eso no significa que los demás también lo harán. Es obvio que fue el rubio quién provocó que todo el instituto odie a Cobain por tener dinero, ser "raro" y bonito. Sin embargo, que él ya no hostigue no queda en sus manos que los demás tampoco.

Kurt hizo lo mismo que todas las mañanas ante de la escuela: Ducharse, arreglarse, verificar que su madre siga viva, bajar atorándose la tostada de desayuno en su boca y subirse a la limusina.

Anoche pasó algo sorpresivo. Si bien Darkness no se apareció, Kurt pudo dormirse antes de las veintidós horas. Hace meses que no lograba dormir más de ocho horas seguidas, y había podido hacerlo recientemente. No sabe cómo, simplemente cerró sus ojos al acostarse y pensó: Sólo dos horas para que Darkness aparezca. Y comenzó a respirar cada vez más profundo, debilitando su cuerpo, y palmó.

No entiende bien por qué Darkness no se apareció, y se preguntó si acaso Darkness pertenecía en su imaginación. Pero la buena noticia es que su cuerpo pudo descansar, ya no le duele tanto la espalda y siente su mente más descansada.

La limusina estacionó frente al instituto, y Kurt bajó de él junto a su hermana. Como siempre, ella se retiró con sus amigas al solo pisar el piso del edificio. Mientras que Kurt agachó su cabeza y caminó directo a su casillero.

Al abrirlo, encontró una hoja suelta dentro él escrita con marcador negro. Se preguntó quién mierda podría haber abierto el casillero y dejarle eso, pero no se detuvo mucho a pensar y leyó lo que decía:

Kurt, anoche cuando entré a tu habitación estabas dormido. Me dio tanto gusto verte de ése modo que no quise despertarte. Sin embargo, te dejo una sorpresa, fíjate detrás de la hoja...

Con besos negros, Darkness.

Kurt enseguida giró la hoja como si estuviese ansioso, y se encontró con una foto de Ryan que lo dejó con escalofríos. Ryan lleva un sombrero rojo, playera blanca y jean roto de segunda mano, camina por la calle Jackson fijando que nadie lo mire —obviamente no vio al paparazzi espía— y tiene papeles con números escritos, mientras su hermano se encuentra detrás de él vestido como una mujer: con top rosa, short de jean y labios pintados. Parece que ambos están atrayendo clientes, Ryan los cuenta y les cobra, y su hermano hace la parte sexual. Lo que a Kurt realmente le llamó la atención, es que el rostro de Ryan es distinto al que suele ver. No es rudo, ni enojado ni frío como está todos los días. Más bien se ve triste, preocupado y estresado.

—¿Qué haces? —preguntó la voz de Ryan detrás de él.

Kurt enseguida soltó el papel colocándolo en su bolsillo y observó a Ryan atónico cerrando el casillero detrás de él. Con los ojos abiertos como platos y el corazón en su garganta, se giró para enfrentarlo. Tragó saliva y con voz aguda contestó:

—Nada.

—Ah, bueno. —sonrió. Y Kurt realmente conoció tres facetas de él: La del chico rudo, la del chico triste y estresado, y ahora la del chico feliz y amable.— Quería decirte que ahora tengo examen y... Sólo espero que tu ayuda me funcione.

Darkness. [KurtAxl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora