Tómame En Su Lugar

Desearía poder volar

Desearía poder volar
Subiendo al cielo
Como un ave muy alto
Oh podría intentarlo.

Gritos

Lo único que se escuchaba en toda la ciudad eran gritos, el olor a sangre impregnaba el aire, y el miedo casi podía palparse.

El llanto de un bebe, esa fue su señal para iniciar el plan, el llanto del pequeño hijo de su ex-profesor. Sintió un nudo en la garganta antes de atreverse a continuar, sabía que se estaba jugando la vida en ese movimiento.

Con un deje de lagrima en su ojo derecho, zetsu lo transporto frente a las enfermeras que llevaban él bebe, justo antes de que Minato volviera a sellar al kyubi

-cuarto, aléjese de la jinchuriki- hablo, procurando que el miedo no se trasluciera en sus palabras- o la vida del niño terminara en un minuto

El cuerpo de kushina tembló, el sello se estaba debilitando y Minato se debatía entre ayudar a su esposa o a su pequeño hijo, Kakashi sintió la indecisión y saco un kunai apuntando al pequeño bebe tembloroso, entre sus brazos

-¿acaso no le importa la vida de su hijo?
-Espera, calmate

-Hable por usted, yo estoy muy calmado...-

Y así comenzó la pelea, una lluvia de sangre, gritos y muerte... que se extendió por toda Konoha, y que casi cobra su propia vida.

Kakashi lo sabía, ni siquiera era su dolor pero lo sentía, podía escuchar los gritos que llenaban el ambiente, podía ver a los guerreros arriesgando su vida contra un monstruo, incluso vio a antiguos compañeros morir sin poder socorrerlos y lo vio a él...

Lo vio a él, corriendo como el idiota que era mientras Guy intentaba que fuera al refugio, vio como lloraba tras las gafas naranja y escapo cuando su vista pareció dirigirse a él...

Al llegar a la cueva pudo derrumbarse al fin, corrió al baño a vomitar, sentía el peso de todas esas vidas sobre sus hombros y casi no pudo resistir más, las lágrimas corrían sobre su rostro y bañaban su máscara, podía ver el rostro de su maestro muriendo y el del bebe que por su culpa crecería sin un padre, al igual que el...

Era demasiado, demasiado, él nunca había querido todo eso, el nunca habría elegido tanta muerte, tanto dolor, le importaba poco que Madara prometiera que todos ellos volverían en su mundo perfecto, era mentira, no serían los mismos, eso era imposible.

Obito tampoco sería libre en un mundo así, no tenía caso continuar con esa farsa, era absurdo. Acababa de matar a tantas personas por preservar la vida de su amigo, que casi moría aplastado por una casa en su propio ataque, y por preservar la propia, que en ese momento era todo menos vida, era ridículo... y no estaba dispuesto a seguir.

-Zetsu... por favor, sepárate, necesito estar solo, en verdad lo necesito...

-bien... solo espera hasta que Madara vuelva, y no hagas nada estúpido – pidió separándose del cuerpo de Kakashi, para empezar a filtrarse por el piso

-No puedo hacer nada sin que él lo autorice, solo déjame solo, por favor...

Kakashi solo se quedó viendo el techo por un momento, sabía lo que debía hacer, debía terminar con esto de un solo golpe, no podía matar a Madara, pero podía irse, robándole su herramienta sin nombre, su herramienta perfecta, su estúpida muñeca...

Toco el sello en su brazo, sabía que si intentaba cualquier justo él lo sabría, pero, no había forma de que lo supiera si no usaba chacra, se dirigió hasta el baño, donde unas pequeñas posas de agua caliente les servían de ducha, dejando toda su ropa afuera se metió en el agua hasta el cuello