¿Le temes a las serpientes?

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Zestu espiral llevaba cerca de veinte minutos limpiando la sangre del peliplata, quien tenía los ojos enfocados en la pared con una expresión perdida, las lágrimas caían ocasionalmente por sus mejillas, mas Zestu las limpiaba sin comentar nada, hasta que el silencio fue demasiado...

-lamento lo que te hizo, no fue tu culpa

Kakashi sonrió con pesar, preguntándose si algo de lo que le había pasado en los últimos años no había sido por su culpa, todo por esa decisión. Por un segundo se permitió soñar en no haberla tomado, tal vez había otra manera de salvar a su amigo... su amigo...

¿Cuál era su nombre?...

El pánico se filtró en su sangre como un veneno mortal, el peor de los tormentos, y casi no pudo contener el impulso de reír como un lunático, de nuevo él se había metido en su mente, estaba seguro...

El ver la mano de Zetsu espiral agitándose frente a su rostro le hizo reaccionar, con una sonrisa amarga se llevó la mano al rostro en una expresión de frustración, no quería imaginar lo que le costaría ocultar esa magulladura.

-deberías aprender arte médico, al parecer te será útil...

-Lo hare, Madara no desea que muestre mi rostro... de ramera- su voz se apago un poco antes de reponerse- pero si uso un justo de transformación todos lo notarían, debo aprender a maquillarme o algo por el estilo...

-Te conseguiré algo, ya lo veras Kashi

-Gracias- sin cuidado se recostó en la cama, viendo al techo- eres lo más cercano a un amigo que tengo desde que estoy acá...

Lo último había sido casi un murmuro, pero el ser lo escucho, y de haberlo tenido, probablemente su corazón hubiese dolido, pero al igual que Kakashi, no tenía derecho a sentir.

Zetsu casi se permitió la osadía de hablar pero la presencia de Madara se acercó a la puerta y él se desvaneció en la tierra, dejando al pobre chico solo junto con el de cabello azabache.


Obito y Guy regresaban con notable buen ánimo a la aldea tras una misión, pero su tranquilidad se fue tan pronto entraron a la aldea, la noticia de la desaparición de Orochimaru se había corrido como pólvora e incluso los recién llegados no tardaron en enterarse.

-Jiraiya, el sabio legendario, lo está persiguiendo, no tardara en aparecer.

Las palabras del genin no calmaron para nada a Obito pues, después de todo, Orochimaru también ostentaba el título del sabio legendario...

Todo ese equipo lo llevaba, en realidad

-Guy, ¿Crees que Kakashi, Rin y yo pudimos llegar a ser como los tres sabios?

El chico de cabello negro no supo que decir, su rostro se tensó y una mueca triste cubrió su anterior sonrisa, odiaba recordar a ese joven de cabello gris... no podía evitar pensar que ese niño pudo llegar a ser su amigo.

Se permitió recordar la vez que Kakashi le había defendido a él y a su padre y su corazón dolió.

Al notar la expresión desolada de Obito supo que no tenía derecho a mortificarse por eso, ya que seguro el otro sufría aún más esa pérdida.

-No lo sé, Obito... pero tal vez nosotros aun podamos ganarnos el título de leyenda, tú lo harías por ese amor no correspondido y yo por esa amistad perdida...

-Seriamos los mejores...

Las palabras ya no eran necesarias, ambos comprendían el dolor del otro hasta cierto punto, y un silencio cómodo se hizo entre ellos...

Tómame En Su LugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora