Jack Frost rey de la luna estaba...no había palabra exacta al parecer. ¿Cansado? ¿Triste? Nada quedaba.
Miro por la ventana como el sol desparecía en el horizonte y el sacaba la luna en su mas bella fase, la noche llegaba como una ola suave y perfecta que prometía maravillas. Salio por el balcón para vera las personas encontrando la ciudad media vacía y muchos metiéndose a sus casa.
Suspiro volviendo a entrara al palacio mirando el suelo y caminado por los solitarios pasillos solo iluminados por velas.-Hoy la hora ya llego, la luz se apagara, cruzo por el oeste y nos trajo oscuridad...y que noche tan bella es para ir a pasear y ver las sombras que traerá el manto estelar. Mas nada pasara, solamente es calma y paz.-Miro por la ventana a la noche tranquila, un momento después volvió a caminar por el pasillo-Las velas brillan sin parar mas nadie gozara, las personas del planeta se encierran a esperar a que mi esposo saque el sol y brille una vez mas...
Abrió las puertas del salón del trono, había un hermoso rascacielos circular en medio del salón por donde la luz de la luna iluminaba tenuemente el lugar. Miro los dos trono y después a una pintura en la pared, el Jack Frost Rey de la luna y su esposo Hiccup Haddock el Rey del Sol, lo amaba, claro que amaba a ese hombre...pero aveces parecía que solo exisitia un rey no dos.Que no era necesario en esa pintura..se sentía invisible, innecesario..
Incluso su matrimonio parecía una apariencia..no se veían ya, Hiccup siempre estaba ocupado. No le hablaba y cuando lo intenta solo recibía un ''estoy trabajando''
-¿Es que es tan malo desear que vean lo que yo? ¿Estoy equivocado si deseo mas amor?-Pudo ver los fantasmas de la gente en el salón inclinados ante el con respeto y alegría, pero desaparecieron tan rápido como llegaron, frustrado golpeo el suelo con su piel.- ¿Y por que no me adoran? En mi derecho estoy.
Volteo su mirada azul cristal a los tronos, el fantasma de su esposo un hombre alto y de porte digno de un líder de pie delante de una multitud que se hincaba ante su presencia, gruño poniéndose derecho, su poder abrió una de las ventanas de par en par dejando entrar al viento, su piel amigo que borro a los fantasmas de sus ojos.
-Ya no me harán mas sombra, menos que el yo no soy-Su mirada enojada cambia por una triste bajando la cabeza con resignación se volteo hacia la ventana.- Y mucho eh esperado, ya nada importara, el sol se les a acabado ¡La luna reinara!
Junto sus manos con una sonrisa que fue creciendo lentamente, el poder que podía crear, su energía acumulándose, disparo hacia la luna cuando dio en el blanco la noche se tiño de entre rojo y purpura.
-Se trata de esto al fin: Ya no les dare el cielo. Si no son capaces de ambos dos amar-sus manos aun sujetaban su poderse sentía bien miro la luna admirando su obra, su reino. Su comienzo.- Verán la luz creciente. Ella ha venido a reclamar los cielos para para poseerlos.
Con un elegante movimiento ondeo su capa blanca adentrándose al salón del trono, haría muchos cambios necesarios ahora.
-Contemplaran ya todos, la bella oscuridad cuando el mundo se envuelva en mi arrullo sin final.-Miro su mano que destellaba con impaciencia de poder disparo hacia el techo del palacio envolviéndolo en su voluntad, las paredes y tonos blancos fueron cambiados por un azul oscuro y tétrico.-¡Así que buenas noches! El sol nunca volverá. - Camino hacia el torno, frunció el ceño y con una sonrisa alzo ambas manos, haciendo esfuerzo el hielo se extendió debajo de el y cristales salieron del suelo retorciéndose y moviéndose hasta formar un imponente trono para el, solo para el.- Mañana habrá penumbra. En mi noche sin...-Dejo que el poder y la oscuridad lo consumirá, abrazándolo, tomando su cuerpo y convirtiéndolo en algo mejor. SU blanco cabello se volvió negro. Sus ojos se volvieron purpuras y afilados, su ropa, una camisa de escote en V negra con un chaleco unido auna capa por la espalda purpura y pantalones negros de vestir.- Final.
Trono los dedos encendiendo las antorchas en fuego verde, un verde radiactivo fantasmal.