Cap 25

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Hoy es el gran día del concierto. Esta todo perfecto. Las fans ya están fuera, en la Sala Bogui, escucho de vez en cuando sus grititos de emoción aunque la mayor parte del tiempo se contienen, es un lugar no muy grande -no al menos a lo que estoy acostumbrado- pero de eso se trataba, en cierta forma.

Listo voy subiendo al escenario. Y los gritos retumban en toda la sala. Me siento en la silla y acerco el micrófono hacia mi, guiño el ojo y ellas vuelven a gritar. Después de una breve presentación, comienzo a cantar en acústico con el gran Dan a mi lado, pido mi guitarra también y acompaño algunas canciones con esta. Ellas corean y lloran, me emocionan y trasmiten cosas, callo en algunas partes para escucharlas a ellas un “que lindo” sale de mis labios que las vuelve locas.

Cuando termina, puedo llegar a “huir” detrás del escenario porque por suerte, hay algún guardaespaldas conmigo, más la ayuda de los chicos. Todo salió perfecto. Tal y como queríamos. Y ya estoy deseando ir con esos niños y ver sus caras de alegrías a ver los juguetes que llevaremos, más una suma de dinero para la fundación, y me encargaré de que caiga un poco de mi bolsillo en él.

- Has estado genial- me felicita Chris

- Gracias  

- Ahora relájate un rato, recuerda que tenemos la subasta- canturrea Caitlin

Ya en la subasta, las chicas gritan más que pujan, algunas ofrecen un millón pero claramente no es, así que tomándomelo en serio les pido que se comporten porque es un tema importante. Haciéndome caso comienza la cosa en serio.

- ¡1OO!- grita una

- ¡2OO!

- !450! 

- 6OO- Grita otra más fuerte

- ¡Yo daría todo y lo que no tengo!- grita una morena del fondo provocando mi risa

- 750

- ¡Mi virginidad, te amo!- yo miro divertido hacia el público intentando localizarla

- Oh esa propuesta me gusta- digo pervertido y rompo en carcajada con ellas- es mentira, es broma… creo. - y otras risas- ¿alguien da más?- pregunto en tono sexy

- Yo, yo yo- grita una eufórica- aam… 2OOO.

Miro hacia los chicos que están detrás del escenario, después a Caitlin que esta a mi lado como presentadora y asiento con la cabeza. Esa rubia del medio tendrá el placer de pasar un día conmigo. Después de unos saludos, seguidas en Twitter y pequeña charla con esa pequeña rubia, llamada Megan concordando nuestra día juntos, me marcho a casa algo cansado, cuando llego me encuentro a mi madre con Emily y Josh en una divertida, por lo que parece, charla.

- Hola hijo ¿Cómo te fue?- me pregunta mi madre

- Bien, fue genial. Mañana pasaré parte del día con la chica que más pujo por mi y después iremos a comprar regalos a los niños. - digo orgulloso

- Eso esta bien, Justin- me aprueba Josh, yo asiento

- ¿Y cuanto pujo esa chica por ti?

- 2OOO€ - digo orgullo

- ¿Tan poquito, Bieber?- escucho su voz burlona detrás de mi, me doy la vuelta para verla, ella sonríe para dejarme claro que es broma y me embobo al verla hacerlo

- Oye- digo saliendo de mi trance- lo que pasa es que he sido considerado y he pensando que es suficiente. Tampoco se trata de dejar a las pobres chicas sin un céntimo si quiera ¿no?

- Ya ya- dice burlona y se sienta en el sofá.

Yo ruedo los ojos y voy a la cocina a buscar que comer, pensando en que momento le dieron el alta y porque no dijo nada a ninguno de los chicos, me siento en la encimera y devoro el pollo con mis manos mientras voy cogiendo algunas patatas. Siento unos pasos acercarse y sé que son suyos. Ella me mira y ríe a carcajadas.

Die in your arms - Justin Bieber y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora