Cuando me quedo solo con _____ logro acostarme a su lado, ella apoya su cabeza en mi pecho escuchando los latidos de mi corazón. Yo le acaricio el pelo y sonrío, no hay miedo, ni inseguridad ya no esta ese “quizás” que solía decir respecto a lo que iba a ser si ella moría.
- No lo hagas- me pide- tu tienes mucho por vivir
- Ya lo hablamos
- Pero Justin…
- No, escucha. Tú dijiste que querías morir en mis brazos, bien, ¿nunca has pensando que yo quiero morir en los tuyos?
- Justin- dice entre sollozos- es mi hora, no la tuya
- Te equivocas, por una razón estoy aquí. Por algo volví a Canadá y el destino quiso que tú y yo nos reconciliemos. Porque estaremos juntos, es cursi. Pero ustedes las chicas siempre han soñado con el príncipe azul que muera por ellas, Romeo y Julieta- digo intentando bromear- deberías alegrarte al saber que yo te amo tanto que quiero hacerlo.
- Es que no puedo hacerlo
- ¿Por qué no? Yo no estoy triste- ella estaba apunto de interrumpirme- escucha, yo no quiero seguir ¿entiendes?
- Lo superarías, encontrarías a alguien más
- Es que no quiero encontrar a nadie más. Nunca habrá nadie que me haga sentir lo que tu, tengo enamorado de ti toda mi vida, desde que tengo uso de razón. A ti te robe mi primer beso con seis años- digo sonriendo- por ti tuve mi primera pelea en el colegio con un chico, contigo tuve mi primera erección
- Mentiroso- dice riendo como puede- fue con Beyonce
- Bueno, lo acepto- digo riendo- pero contigo fue la segunda- y ambos reímos, ella termina tosiendo fuerte- lo siento ¿estas bien?- ella solo asiente sin ser capaz de hablar- contigo tuve mi primera vez y quiero que sea la última. La noche pasada, fue increíble en todos los sentidos, fue especial, incluso más que la primera vez. Y no quiero repetir eso con nadie más. Yo sé que será duro para otros, pero sería demasiado duro para mi sólo verte morir sin hacer nada. Al menos irme contigo me hace… sentir que es una salvación
- Justin…
- No, lo tengo decidido. Digas lo que digas; da igual que no lo haga hoy, que lo haga mañana, en una semana, en un mes, da igual. Terminaré hiendo detrás de ti como siempre he hecho, ¿o no recuerdas como todos me llamaban tu perrito faldero en la escuela?- digo con burla
- Eso era broma
- Si, pero la realidad. Baby, no quiero morir de tristeza.Ella levanta la cabeza, sonríe de repente y me da un pequeño beso el cual correspondo. Acaricio su pelo y vuelvo a besarla, ella a penas y es capaz ya de responder al beso, la siento cada vez más débil. Saco el sobre y me tomo una pequeña dosis de ese polvo, ella me mira algo confusa pero lo ha entendido, al igual que yo entiendo porque ella quiere morir ahora, porque sus ojos muestran tanta tranquilidad y sonríe como yo. No es una muerte triste aunque sea extraño decirlo, es… una agradable forma de morir. Entre los brazos de la persona que más amas.
Entrelazo mis dedos con los suyos, y no se exactamente cuando pasa o como pasa, yo me voy sintiendo débil, mi respiración fallando pero no duele, la siento a ella tan cerca de mi que solo me concentro en eso. No se quien se va primero, no se si he sido yo que he cerrado los ojos antes que ella o viceversa. Solo sé que ambos nos vamos con una sonrisa. Solo sé que he muerto entre sus brazos y ella entre los míos. Y es nuestro final perfecto.