Capítulo 7.

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Alex Vause:

Tardamos diez o veinte minutos en ese baño, quien sabe igual y más, lo único que me quedo claro, es que necesito tener más de ella, deseo probarla, sentirla y tenerla solamente para mí.

- ¿Tienes que irte? – preguntó viéndome a los ojos.

- Lo siento de verdad Pipes, tengo asuntos pendientes, pero ya tengo tu número, te llamaré el sábado para ir por ti.

- Claro.

Besé sus labios por última vez, al menos por esa noche y di media vuelta, luego ella me alcanzó y tiró de mí.

- Espera. Quiero que tengas esto. – dijo poniéndome una pulsera en la muñeca.

- ¿Por qué? – pregunté.

- Solo quiero que la tengas. – dio media vuelta y se marchó.

Salí del lugar, sonriendo como idiota, típico de mí, cuando se trata de ella. Finalmente tenía su número de celular, creo que tenerlo desde un inicio hubiera facilitado enormemente la situación, pero bueno, al menos ya lo tengo.

Dejé a Nicky, más bien ella me dejó, cuando se marchó con Lorna, su amor imposible o posible, quien sabe. Caminé por largas cuadras, decidí guardar, la pequeña pulsera plateada, justo cuando llegué a su departamento, sin saber si era lo correcto, más aún cuando el olor a Pipes emanaba de mis dedos, aún así toqué a la puerta de Sylvie, ella no respondió, así que simplemente decidí abrir la puerta.

- Sylvie. – grite.

No respondió, por un momento mi mente pensó, que haberla dejado en casa, con Kubra, bajo el mismo techo, había sido la peor tontería que había cometido, busqué en la sala, en la cocina, en el cuarto de invitador, pero al girar la perilla de su habitación o nuestra habitación, da igual; me encontré con Sylvie bajó las sábanas, acompañada de..., Kubra, vaya, eso es golpe bajo.

- ¿Interrumpo? – dije en voz alta.

- Hola cariño, que bueno que llegas. – dijo Kubra.

- ¿Alex? ¿Qué haces aquí? – preguntó ella desconcertada.

- ¿Qué hago aquí? ¿En serio vas a preguntar eso? – respondí.

- Vamos Vause, no hagas dramas, solo ven y metete con nosotros. – dijo el idiota, levantando las sábanas, dejando ver que estaban desnudos, creo que he interrumpido su fiesta.

- Bueno realmente venía a desearte feliz cumpleaños. – una idea atravesó mi mente, y saqué la pulsera de mi bolso derecho. – Traía esto para ti. – dije mostrándolo. – Pero que caso tiene.

- Pero. – dijo ella.

- No te preocupes, puedo comprarte muchos de esos, Vause déjanos solos, tenemos que continuar. – él rió.

- No te preocupes, el sábado tendremos lo acordado.

Giré y salí de ahí, Sylvie, ni siquiera hizo nada, está bien, una parte de mí, llamada ego, había sufrido por un minuto, otra parte de mí, llamada Pipes, regocijaba dentro.

Sábado, diez de la mañana, estoy varada en el aeropuerto de la ciudad, con una maleta, que tiene exactamente 25 kilogramos de mariguana, un bolso pequeño con un poco de ropa y cinco kilos más de mercancía.

- Nos vemos allá. – dijo Fahri y dio media vuelta.

Me metí al baño, arrastrando las dos maletas, abrí la llave de agua y me tiré un poco encima, necesito calmarme, es la primera vez que voy a hacer esto, y peor aún, es la primera vez que Pipes hará algo así, va traficar droga, sin saberlo, pero es mejor así.

"Fuimos todo y nada a la vez (VauseMan)"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora