Hanck Pym

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El que lo ignoraba

Tony consiguió novio nuevo tras un año de llorarle a Viktor. Hanck era de su edad, parecía un chico decente y compartían las mismas peculiaridades e intereses científicos, incluso ambos era co-presindentes del club de robótica de su colegio particular.

Era guapo, cabello rubio y ojos azules, era la clase de chico que se veía bien usando cualquier cosa, aunque por lo regular solo parecía tener dos cambios; su traje de laboratorio y una gabardina negra. También al igual que Tony tenía horarios de sueño imposibles y se emocionaba como niño en dulcería cuando su investigación avanzaba.

A nadie le pareció raro que terminaran por salir juntos. A los amigos de Tony les pareció especialmente una buena idea después del desastre con Viktor, ya que Hanck era un buen chico, un encantador chico, algo solitario y serio pero en aspectos general un gran partido y sería bueno para Tony ¿no?

Pues no...

Hanck si era un gran chico pero se abstraía mucho mas que Tony en sus proyectos. Lo hacía tanto que su vida social era inexistente, solo salía del laboratorio para ir a dormir y aveces ni eso. Era un amante de su propia voz, lo que significaba que siempre creía tener la razón y jamas escuchaba a los demás. Hacía cosas peligrosas por su progreso sin medir consecuencias, tenía como única prioridad su trabajo y sus estudios.

Tony no solo era un segundo plano en su vida, era el cuarto, el quinto, a veces el décimo... No tenían citas, no era cariñoso con Tony, de hecho parecía casi alérgico al contacto humano, se enfadaba por la mas mínima distracción, siempre mandaba a Tony lejos de su presencia, siempre estaba ocupado y no parecía tener remordimiento por eso.

Poco a poco empezó sin quererlo a bajar mas y mas el autoestima de Tony, lo hizo sentirse insuficiente y Tony no sabía manejarlo, sintió que todo era su culpa.

Steve estaba atento a ello, Tony regresaba aun mas temprano a casa desde que era novio de Hanck, ya no parecía tener ánimos de salir con sus amigos ni hacer nada, y cuando le preguntaban por su novio siempre respondía lo mismo.

—Está en el laboratorio.

El súper soldado investigó bien lo que ocurría, Hanck no era un abusivo, ni era infiel ni hacía cosas que se pudieran considerar raras, pero si era una persona emocionalmente irresponsable, muy desconectado y en opinión de Steve alguien así no debería permitirse tener pareja, Hanck lastimó los sentimientos de Tony y ni siquiera se daba cuenta.

La gota que derramó el vaso para Steve fue un sábado por la noche. Howard había tomado por primera vez una de las ideas de Tony en cuenta para uno de los autos Stark, y por ello iban a tener una fiesta de gala presentando el auto a los inversionistas. Tony iba a dar un discurso y le iban a entregar un reconocimiento por su trabajo.

Lo que mas emocionó a Tony no era ni de cerca todo lo anterior, sino que Hanck le había prometido asistir, incluso lo vio colocarlo en su agenda electrónica con una alarma.

Pero paasraon las horas y Hanck no estaba por ninguna parte, Tony dio su discurso fingiendo una sonrisa pero en cuanto bajo se encerró a llorar en los baños. Steve fue a consolarlo y tuvo abrazado toda la noche al castaño contra su pecho mientras éste le aseguraba que ya no podía más.

Tony fue a la mañana siguiente a terminar con Hanck, y Hanck solo asintió con la cabeza y se lo tomó como si le hubieran hablado del clima.

Ese fue el novio numero dos.

Los siete malvados ex noviosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora