Propiedad Bill Cipher (Mabill)

Capítulo-08

      Con las mejillas enrojecidas, agradezco internamente al universo en el instante que entra la directora por la puerta de la oficina ya que de un momento a otro había quedado totalmente muda, ¿Cómo se le respondía algo así a Bill Cipher? Pues... ni puta idea, así es, no tenía pensado absolutamente nada para decirle. Supongo que el silencio dice más que mil palabras, aunque ni mi mente supiese que carajos significa ese silencio.

•

        Dos días de detención fue lo que acordó la directora como consecuencia de reírme frente a toda la "audiencia" presente. Por lo menos mi castigo no había sido tan malo como el de Bill, quien ya tenía varios acumulados.

Estaba acostada en la cama de mi habitación cuando Pacífica entra descalza cargando los tacones en su mano derecha, su pelo lucia abombado y su apariencia no era la mejor que digamos. No me dirige la mirada y mucho menos la palabra. Suspiro y me digno a hablarle para darle una explicación.

—Oye... disculpa por lo de anoche ¿sí? Te juro que mi intención no fue herirte, no se me cruzo por la mente lo mucho que Bill te gustaba.— Al ver que mis palabras no tienen efecto ya que Pacífica sigue ordenando sus cosas al parecer para darse un baño, se me ocurre una idea.— Es más ahora que lo tengo bien claro, pienso ayudarte para que vuelvas a conseguir a Bill.— propongo sonriente, aunque debo admitir que la sonrisa no me salía de lo más sincera, me encantaba ayudar pero esta ayuda me causaba un raro sentimiento en el estómago. La rubia suelta su toalla de baño y se voltea hacia mi. Inmediatamente centra toda su atención en mi y mágicamente parece que vuelvo a existir.

—¿De veras harías eso por mi?— Pacífica por fin se voltea y me habla emocionada, no puedo evitar sonreírle de vuelta.

—Si, de verdad. Pinky promise.— digo riendo y alzando mi dedo meñique.

—¡Oh dios mío, si!— ríe con fuerzas.— Bitch promise.— alza su dedo meñique y lo aprieta con el mío subiendo y bajando sus perfectas pintadas cejas. Luego me abraza fuerte.— Ay Mabs, de veras discúlpame por las cosas horrorosas que te dije ayer, pensé que te intentabas robar a mi chico.

—Descuida, no pasa nada.— sonrió con mis hoyuelos. Pacífica suelta un grito de emoción y se adentra al baño. Suelto un suspiro, ahora supongo que debía ayudarla. Una promesa es una promesa.

•

    Ya Pacifica había decido que iríamos a la habitación de mi hermano y los Cipher esta noche, con la excusa de que iría a visitar a Dipper. Kelly no se animaba a a ir ya que tenía una jaqueca terrible. Pacifica mientras se maquillaba, no dejaba de hablar sobre las distintas maneras que podría recuperar a Bill. Yo solo asentía con la cabeza.

—¡Ya se! Podrías decirle que después de la fiesta tú y yo nos besamos y que nunca habías besado a una persona que besara tan bien como yo. Que obviamente Bill no me puede dejar ir.— dijo muy obvia, Kelly se empezó a reír desde el baño hasta que se escucha como vomita nuevamente. Me empezaban a dar nauseas también, estas ideas eran terribles, me querían poner ahora de lesbiana.

—Oye no, no, prefiero encerrarlos "accidentalmente" en su cuarto antes que eso.— No iba a decir que me bese con Pacifica, a veces sus ideas eras muy locas.

—Mmm, vale. Lo acepto. ¡Aunque, que tiene de malo! Beso increíblemente bien ¿sabías?— Dice haciendo pucheros.

—Vaa, te creo.– Me río y volteo los ojos.

—¡Estoy lista! Vamonos.— Dice Pacifica después de haber terminado su espléndido maquillaje. Yo solo llevaba un suéter amarillo y unos shorts, mientras ella vestía un lindo vestido color rosa. Agarra mi muñeca jalándome un poco y salimos de la habitación.— De verdad no se como podré agradecerte esto Mabs.