Una historia complicada (Damon y tu)

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Al día siguiente mi despertador sonó a las siete de la mañana y fui a despertar a Jeremy.

-Venga, te falta una semana de instituto- le dije y como no se levantaba le abrí las cortinas.

-¿En serio eso era necesario?- grito furioso y yo le di un beso en la frente.

Bajé a la cocina e hice café y un par de tostadas. Mientras esperaba a que mi hermano bajase estuve pensando en todo, en Bonnie, en Stefan, en... Damon.

Llevé a Jeremy al colegio para asegurarme  de que no volvía a hacer pellas y de ahí me fui al trabajo.

                                        ...

Al llegar a casa, Saludé a Jeremy y llamé a Stefan.

-Stef ¿venís a cenar hoy a casa? vamos a pedir unas pizzas- le pregunté.

-Claro ¿a que hora salimos?- preguntó.

-Ahora, las pizzas acaban de llegar y Bonnie está de camino- respondí.

-Vale, ahora vamos.

Los Salvatore llegaron y a los pocos minutos llegó Bonnie. tuvimos una buena cena y después empezamos a beber un poco.

-Amanda Stefan me a contado que ayer estuviste en casa ¿no fuiste capaz de saludar?- me preguntó Damon.

-No, parecía que te estabas divirtiendo en tu cuarto y no quería estropear nada.

-Muy amable por tu parte- cuando dijo eso una ira me inundó y salí de casa, pero como no, Damon me siguió.

-¿Ahora que te pasa?- preguntó acercándose a mi.

-¿En serio, como puede ser que casi lo hayas hecho con todas las chicas de este pueblo?- grite irritada.

-¿No te has parado a pensar que igual hay una razón para eso?- yo negué con la cabeza- Amanda, yo te amo.

Me quedé perpleja, no sabía como manejar esa situación, pero el si. Lentamente se acercó más a mí y selló mis labios con los míos creando el recuerdo más bonito que tengo.

-Damon, yo también te amo- y volví a juntarme a el besándonos con más intensidad hasta que tuve que parar.

-¿Que pasa?- yo le respondí con la mirada, estábamos delante de la ventana y todos nos estaban mirando.

Yo reí incómoda y no me dio tiempo a decir nada porque Damon me había cogido de la cintura y estábamos corriendo a velocidad de un vampiro hasta que llegamos a la cada de los Salvatore.
Me agarró de la mano, entramos en la casa y me subió a su habitación. Le quité la camisa y se tiró en la cama pero yo me quedé de pie.

-¿Que pasa?- me preguntó.

-Damon, no quiero ser una más  de tus ligues.

-No lo serás, te lo prometo, además tenemos toda nuestra existencia infinita para querernos.

Yo solo vi la lógica en sus palabras y aunque supe que iba a ser una locura, esa fue la primera noche que pasé con Damon Salvatore.

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