Una historia complicada (Damon y tu)

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Elena, Bonie, Caroline y Jeremy se acababan de marchar a la universidad, dormirian en el campus y la verdad es que... ¡era el mejor regalo que me podían hacer! yo quería estar a solas con Damon.

Entré a casa después de despedirme de ellos, fui a la cocina y de repente sentí una brisa, Damon me cogió de la cintura y empezó a depositar pequeños besos por mi cuello.

-He tenido una idea para esta semana- dijo y yo lo miré- vallamonos a una casa en el bosque con tranquilidad, sin nadie por medio, disfrutemos- dijo y yo lo besé.

-Paso de comer conejitos- le respondí.

-Eso está pensado, nos llevaremos la nevera- respondió.

-¿cuánto tiempo llevas pensando en esto?- pregunté.

-Desde que pensaron en ira a la universidad?- respondió- si prefieres podemos no volver nunca.

Yo me reí ante su comentario y lo besé

-Esta bien, pero tu se lo comentarás a Stefan- el asintió.

Después, me subió en la encimera y empezamos a besarnos. Cuando Damon me besaba, hacía sentirme la única mujer en este mundo, y eso me encantaba porque me deba una importancia enorme. El sabía que me encantaba, y ahora que íbamos a pasar más tiempo juntos, seríamos más felices, no era una duda sino una afirmación.

Cuando llegamos a casa de los Salvatore, Stefan supo en seguida que algo ocurría y no tardó en preguntar.

-¿Que Es lo que pasa, chicos?

-Stefan, sentimos decirte que vas a pasar tiempo solo, porque Damon y yo nos vamos a ir de vacaciones un tiempo largo y teníamos que avisarte- le dije.

-Cuando dices un tiempo largo ¿a que te refieres?-preguntó extrañado.

-Hasta que los demás vuelvan de la universidad- le respondió Damon.

El se quedó perplejo, y lo entiendo perfectamente, ya que era una situación difícil, se iba a quedar solo y siendo destripador corría peligro por si podía matar a alguien. Termino entrando en razón, que lo hacíamos para demostrar nuestro amor e intimidad.

Volvimos a casa hicimos la maleta y nos aventuramos a aquella casa en el lago, al la que Damon tanto me había hablado. Al llegar, cogimos las maletas del capó y las metimos en casa, era de tamaño mediano, preciosa, muy amaderada y rústica, me encantó