Capítulo dedicado a Fantastic_Unicorn2
—¡RIOT!
El coche seguía en marcha y no se paraba ni con mis gritos pidiendo ayuda.
Escuchaba la música encendida y cuando aumentó, supe que el hijo de puta me escuchaba, pero no quería actuar.
—¡RIOT, PARA EL JODIDO COCHE, TENGO CLAUSTROFOBIA! - volví a gritar.
Emito sonido de mujer siendo estrangulada, pero ni con eso logro que detenga el coche.
Él cabrón empieza a pasar a posta por lo que parecen ser baches, y mi cuerpo se eleva y cae violentamente en el maletero de su coche negro.
Mi cabeza golpea contra el techo y hago una mueca, sintiendo que el oxígeno empezaba a faltarme.
—¡RIOT! ¡VALE, LO SIENTO MALDITA SEA, LO SIENTO! - vuelvo a ser golpeada con los lados del maletero del coche de nuevo- Riot por favor... - dejo escapar en un sollozo.
Las nauseas empiezan a entrarme y empiezo a sentirme agobiada.
Bastante.
Coloco mis manos en mi cuello y empiezo a luchar por respirar. Mis ojos empiezan a escocer y el coche se detiene.
Se escucha una puerta cerrarse y justamente cuando el líquido amargo sube por mi boca, el maletero se abre. Dejo salir el líquido en el suelo, logrando de milagro que el coche no se manche con mi vómito.
—Joder... - se escucha cómo maldice.
Me acuclillo y el muy animal ni siquiera me recoge el pelo para evitar que se me manche.
No actúa como lo haría mi hombre de novela. Yo misma me recojo el pelo en una coleta y cuando termino de expulsar el líquido, me levanto y observo a mi alrededor.
Estábamos en un bar que hay a unas dos calles de mi apartamento. Menos mal, ya que ni loca me volvería a meter con él en el coche.
—Preston, ¿estás... -
—Cierra la puta boca, Riot- bramo dándome la vuelta- ¡Te estuve suplicando durante media puta hora que abrieras el puto maletero!- hago una mueca cuando diviso una mancha de vómito en mi camisa- Ésta te la cobraré, Riot.
Eleva una ceja y las aletas de su nariz se empiezan a hinchar, signo de que se estaba enfadado.
—¿Fui yo quien te chupó los dedos? Te dije que te llevaría a tu casa en el maletero como volvieses a hacer alguna tontería- me señala con el dedo y aprieto la mandíbula- No sé con qué gente te has relacionado, pero yo si digo algo, lo cumplo, Preston.
Trago saliva y miro el cielo estrellado.
Me apoyo contra su coche y hundo mi cara entre mis manos. Me mantengo en silencio y muevo mis hombros, simulando llorar.
—No me jodas, ¿estás llorando? - brama dando pasos hacia mí.
Cuando le diviso lo bastante cerca entre los huecos de mis dedos, doy un paso adelante y levanto la rodilla.
La mueca de dolor que hizo en vez de darme satisfacción porque me había vengado, me produjo excitación.
Hay algo raro en mí, definitivamente.
—Mira, algo que tenemos en común los dos- le tiro un beso en el aire.
Le dejo arrodillado y maldiciendo, con sus manos sujetando sus partes íntimas.
Y me alejo de allí moviendo mis caderas.
Los días siguientes le eché de menos.
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EL ALIENTO DEL DIABLO✓
RomansaDicen que el hombre lastima, pero la mujer, cuando quiere, destruye. Queda prohibido, sin autorización escrita del autor, bajo las denuncias establecidas por las leyes, la reproducción total, adaptación, distribución y plagio por cualquier medio o p...