I belong to you

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La noche estaba estrellada y calurosa mas dentro del loft esta fresco y agradable gracias al aire acondicionado. El completo silencio en el que se sumía la alcoba de la pareja que residía allí fue roto por precisamente uno de ellos, el ojiazul shadowhunter.

-Magnus... -hacía rato que el joven estaba despierto mirando la nada o en todo caso la suave y deliciosa piel canela de su marido, las sabanas de un llamativo rojo apenas le tapaban hasta la cadera. La mejilla de Alec descansaba el pecho de Magnus, las piernas de ambos entrelazadas, los brazos del brujo abrazando a su nephlim.

-¿Que pasa dulzura? ¿No puedes dormir? -Magnus llevo una mano al mentón del ojizul para que este le mirara, estaban a oscuras salvo por la luz de luna que poco llegaba hasta allí.

-No se, no puedo conciliar el sueño -suspiro, su visión no era como la del brujo que podía ver incluso en la oscuridad cual gato gracias a sus peculiares ojos - ¿Y tu?

-No sé, tampoco he podido dormir bien -acarició la mejilla de Alec- No tuviste un mal sueño ¿o si?

-No, nada de eso. Solamente el sueño me escapa y me di cuenta que tu también estabas despierto.

-Y si no lo estuviera no me molestaría que me despertaras -Comenzó a deslizar el dedo indice hacia arriba y abajo por la palida espalda del ojizul- sabes que puedes hacer conmigo lo que quieras.

-Suena como toda una indecorosa proposición -rió Alec levemente ruborizado- pero no te despertaría a menos que fuera sumamente necesario.

-Quiero ser lo mas indecoroso posible cuando se trata de nosotros corazón -la mano que había estado acariciando la espalda se perdió lentamente bajo el bóxer de Alec masajeando su trasero.

-Magnus... -solo dijo el muchacho ruborizándose mas

-¿Que cielo?

-No digas que, sabes lo que estas haciendo -Se acerco al rostro del brujo dejando un rastro de saliva por la mandíbula con húmedos besos para luego besar sus labios -eres un pervertido.

-Y así te gusto -Murmuro entre besos sin dejar de acariciar esa zona intima por la cual entre sus caricias se pasaba por la hendidura y casi rozaba la entraba. La respiración de Alec se agitaba y se mordía el labio inferior ahogando cualquier gemido.

-Ammm... si, así me gustas...

La otra mano de Magnus fue a la nuca de Alec y lo insto a besarlo con tranquilidad pero intensidad. Los labios de Alec para Magnus eran un paraíso, su paraíso personal y amaba disfrutar largas sesiones de besos. Nunca era iguales, nunca se sentían igual, eran únicos y maravillosos.

-¿Que hora será? ¿No nos podemos quedar en la cama? -murmuro el brujo con sus labios casi pegados al los de su pareja

-De momento me parece mas que buena idea -rió Alec- Y no tengo la mínima idea de que hora sea pero aún no amanece ...

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-Se que tenias buenas intenciones Tessa pero no creo que fuera la mejor idea y mas sabiendo como es Magnus en el amor

-¿Un completo idiota enamoradizo? -sonrió- y mas cuando se trata de Alec es muy poco imparcial pero me aterra la idea de que Magnus vuelva a caer en la depresión que lo ahogo por casi 50 años... solo tu y yo sabemos la verdad de cuando profunda fue su depresión

-Lo sé y a mi también me preocupa y mucho pero al mismo tiempo no puedo evitar sentirme feliz porque el vuelva a ser el Magnus de antes, creí que lo habíamos perdido para siempre, que tendríamos que conformarnos con la opaca existencia que llevaba en la que realmente no vivía solo sobrevivía.

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