Es un Lindo día Para Entrar a Una Escuela Femenina (K-ON! fanfic)

73 - Inglaterra

Hola! - Los personajes de K-ON no me pertenecen. Los que invente yo si (I_x!..

Notas:

- Cuando los diálogos este en cursiva y entre comillas, es porque se está hablando en español. Así, nos evitamos problemas de idioma.

- Al final está el vocabulario de modismos de mi país (cada palabra está identificada con un número).

Hola! antes de comenzar, quiero decirles qeu cuando los dialogos estén entre corchetes [hola]. Es porque estarán hablando en inglés... Bueno... comencemos.

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Solo había pasado el primer fin de semana en tu nueva escuela en Japón. El estrés ya estaba matando, eras el centro de atención de toda la preparatoria, no podías ir a ningún sitio sin dejar de sentir qué te estaban observando. Trataste de refugiarte en la sala de profesores los primeros días, pero solo te aguantaron un par de horas ahí adentro. "tienes que aprender a convivir con tus compañeras" dijo uno de los profesores, riéndose para adentro.

Equipado con tu celular con GPS, tu querida libreta y una guitarra acústica, te embarcaste en una pequeña aventura por la cuidad. No pasó ni una hora para lograr que te perdieras. Creíste qué teniendo tu celular en español bastaba para navegar por el mapa, pero la realidad era qué los nombres de las calles estaban en kanji, y no habían fansubs qué tradujeran el mapa.

Sin saber cómo, llegaste a una hermosa plaza con muchos árboles y bancas donde descansar. Elegiste una banca al azar y te sentaste, dejaste tu gorra a un lado y te pusiste a componer algo. Ya cuando creías qué tenías algo decente, te pusiste a tratar de sacarlo con tu guitarra. Después de unas cuantas repasada, te habías aprendido por completo la pseudo-canción, comenzaste a repetirla, pero esta vez cerraste los ojos para viajar a aquel mundo de fantasía y tratar de sacar algo de inspiración para alguna posible letra.

Un sonido de monedas interrumpió tu viaje onírico. Al abrir los ojos, te encontraste con un montón de personas, de las cuales, algunas habían dejado unas cuantas monedas en tu gorra. Dejaste de tocar con la intención de explicar que no estabas ahí para pedir monedas, pero todos comenzaron a aplaudir. Por un lado, te sentías alagado de que tu música (casi improvisada) les estuviera gustando, pero por otro lado, te sentías mal por estar recibiendo dinero.

Justo antes de salir huyendo, recordaste un sabio consejo de tu querida prima mayor: "vo déjate querer no ma(1)".

- fin mini-historia -

Te encontrabas camino a casa, te sentías derrotado, a duras penas levantabas los pies. Seguías el mapa a tu casa, o por lo menos tratabas de hacerlo, no lo entendías del todo. Cuando tus padres decidieron dejar de trabajar con viajes al extranjero, decidieron vender su antigua casa y mudarse a otra casa, con el fin de alejarse un poco del estresante centro de Viña del Mar.

Ya después de un bien rato, llegaste a tu casa. Como no tenías llaves, tocaste el timbre. Cuando de pronto, una prima salvaje apareció de la nada.

- ¡Mauri! ¡Bienvenido de vuelta!

Estabas tan casado qué te dejaste querer, también le diste un abrazo, además, ¿Hace cuánto que no la veías?

- Hubieras llegado un sábado y feliz te hubiera ido a buscar.

- No te preocupes por eso.

- ¿Quieres comer?¿O tal vez quieres tomar un baño?

- Quiero una cama. Estoy muy cansado, física y mentalmente.

Ella te guio hacia tu nueva habitación, y antes de que pudieras entrar, te dio otro abraso.