capítulo 7

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Después de unos momentos llenos de magia estaba de regreso en el mundo real. Macarena estaba inmóvil observándome con los ojos muy abiertos. Andrés se puso de pie y caminó en nuestra dirección envolviendonos en un afectuoso abrazo.
—¡Felicidades chicas!
— Gracias —respondimós  al unísono.
—Tengo dos teorías, son las mejores actrices con las que he trabajado o entre ustedes dos pasa algo —acusó Andrés.
—Definitivame somos las mejores  —dije, abrazando a Maca por la cintura.
—No lo sé, esa conexión que tienen, la forma en que se miran, en que se tocan es la misma que yo tenia con Paolo cuando nos conocimos.
—Maca y yo somos mejores amigas, es evidente que tenemos cierta conexión. Pero nada más  —expliqué, intentando dejar las  cosas claras.
La expresión de Macarena, paso de ser sonriente y relajada a la total seriedad. Con cierto disimulo alejó mi mano de su cintura.
—Claro, además yo te conté hace unos días que estoy saliendo con alguien, Andrés—dijo, ella con demasiada seguridad.
—Lo siento —se disculpó él con una mirada confusa.
Sentí algo romperse, cuándo la escuché pronunciar aquello. en el fondo guardaba la esperanza de que en algún momento el universo nos regalará una oportunidad, por mínima que fuera. Seguramente por eso la chica viajó desde Argentina para verla y formalizar su relación, y yo haciéndome iluciones tontas. Tomé mi frazada para envolverme nuevamente en ella, el frío de la mañana era intenso apesar de los ligeros rayos de Sol que se desplazaban atravez de la vegetación.
—La escena quedó perfecta, así que no hay necesidad de repetirla. Tomen un pequeño descanso y nos vemos aquí en treinta minutos —nos comunicó Andrés, después de cruzar algunas palabras con Richard.
—¿vamos a desayunar? —me preguntó, mientras frotaba sus manos, para calentarlas un poco.
—claro, vamos —le dije, poniendo en marcha y buscando con la mirada alguna cafetería con el letrero de "abierto"
Cuando estuvimos lo suficientemente lejos de los murmullos de todas las personas, retiré los guantes de piel de mis manos y se los extendí, por más que me hubiera dolido enterarme que ella estaba con alguien más. No permitiría que pasara frío. No si estaba a mi alcance evitarlo, la necesidad de protegerla, se hacía cada vez más grande.
—¿porque haces todo esto?  —me preguntó, con una ligera curva en los labios.
—porque te quiero —le respondí, sincera.
—Yo, también te quiero —la escuché decir. Mientras me envolvía entre sus brazos de una manera muy delicada.
Mi corazón latía fuertemente como si fuera a salirse de mi pecho, era increíble el efecto que tenía en mí, una palabra proveniente de sus labios. Después de desayunar a toda prisa y cruzar algunas palabras más, volvimos a la locación para continuar con nuestro trabajo.
—Chicos porque no aprovechamos, que estamos en una ciudad tan increíble y salimos a cenar todos juntos —propusó Clau. Mientras nos llevaban de regreso al Hotel.
—Me parece una excelente idea, mañana grabaremos las últimas escenas después del mediodía, así que no hay pretexto —dijó, Richard emocionado.
—Bueno, también tenemos que considerar que las chicas tienen que descansar. No pueden tener ojeras, ni consumir alcohol. Pienso que podríamos dejar las salidas para cuando regresemos a México.
—serán sólo unas horas Andrés, considero que no le vendría mal a todo el equipo, disfrutar un poco de  lo linda que es esta ciudad. Algunos vienen por primera vez —le dijo, Maca  haciendo un puchero con los labios.
—¿qué opinas Bárbara? —me preguntó, Andrés esperando contar con mi apoyo.
No podía negarme y apoyar a Andrés. No después de ver lo ilucionada que estaba Maca, con esa salida, yo solo quería hacerla feliz y haría lo que estuviera a mi alcance para conseguirlo.
—pienso que distraernos nos vendría excelente  —dije, lanzándole una mirada de complicidad a Maca, de esas que sólo ella y yo podíamos entender.
—será sólo una cena. Es un viaje de trabajo, así  que nada de fiestas —Advirtió, él.
—perfecto, entonces no queda nada más que decir, nos vemos en el lobby del Hotel a las siete—dijo Clau, explayando una sonrisa.
Finalmente nos despedimos y cada uno tomó su destino. la habitación de Macarena quedaba justo al frente de la mía, entrelazó su brazo al mío y subimos al ascensor. Me sentía demasiado agotada, lo que había comenzado como un ligero dolor en las piernas, se había extendido por todo mi cuerpo. Miré mi reflejo en el espejo del  ascensor. mis ojos lucían un poco más pequeños de lo habitual y mi nariz estaba rojiza.
—Hoy, será una noche increíble —dijo Maca, rompiendo el silencio.
—¿cenar todos juntos? —pregunté confundida.
—bebé, ese es el plan inicial. Fue el mejor pretexto para convencer a Andrés.
—No comprendo.
—A Claudia se le ocurrió hacer una reservación en uno de los Bares más exclusivos de la ciudad —Me confesó, bajando la mirada.
—¿ustedes ya lo habían planeado?
—Richard y Clau, me lo propusieron durante el almuerzo —musitó
—Está bien, por ahora descansaré un poco. nos vemos luego —le dije, tajante. mientras abría la puerta de mi habitación.
Desplacé la llave dentro de la cerradura y la giré. Entré a mi habitación y encendí la calefacción. Me recosté sobre el  cómodo sofá que había en la pequeña sala de estar y sin darme cuenta, me quedé profundamente dormida. Un calor insoportable invadía mi cuerpo, abrí los ojos perezosamente todo a mi alrededor estaba en absoluto silencio. Mi Jersey estaba empapado en sudor. Caminé a mi maleta y tomé un termómetro de mi pequeño botiquín de viaje, me coloqué y en efecto sobrepasaba los treinta y ocho. Para estas alturas ya me sentía terriblemente mal. Me levanté a abrir la puerta cuando escuché algunos golpecitos provenientes de afuera.
—Barbs soy yo ábreme —escuché su inconfundible voz, sintiendome un poco avergonzada por mi aspecto desalineado.
—ya voy, nena —le dije, mientras trataba de peinar un poco mi desordenado cabello con las llemas de los dedos, finalmente giré la perilla para que la puerta se abriera.
Sí la perfección existe debería parecerse mucho a Macarena Achaga, pensé cuando la miré cruzar el umbral. Estaba hermosa, con ese vestido negro que hacía juego perfecto con el collar que le regalé hace meses en su cumpleaños, había algo distinto en ella. su cabello estaba ligeramente ondulado y que decir de su maquillaje, definitivamente robaría muchas miradas esta noche.
—Bebé ¿porque aún no te arreglas? —pregutó, frunciendo el seño.
—Creo que no podré acompañarlos, nena. No me siento nada bien, el cambio tan brusco de clima me afectó demasiado.
Se acercó lentamente y colocó su mano sobre mi frente. Sentir el contacto de su piel fría me hizo estremecer.
—Tal parece que tienes fiebre, voy a llamar al médico de hotel —dijo, sentándose sobre la cama y tomando en teléfono del buró.
Minutos después el médico llegó a la habitación para revisarme al parecer se trataba de un simple resfriado. le dió una receta y un par de indicaciones a Macarena que no se había apartado de mi lado, ni un instante. Caminé al baño y preparé  la regadera para darme un ducha después de quince minutos salí, imaginado que Maca ya se había ido a reunir con nuestros amigos. La miré sorprendida acomodando algunas cajas de medicamento en el buró.
—No te preocupes, yo estaré bien. Ve a divertirte con los chicos—le dije, intentando convencerla, no quería ser el motivo de que pasara una noche aburrida.
—De ninguna manera yo no voy a ir a ningún lado sin ti, así que si tienes que descansar yo me quedaré a cuidar de ti.
—vas demasiado guapa, cómo para quedarte encerrada en la habitación de un hotel, viéndome dormir  —no pudé evitar reír al imaginarme la escena.
—Me quedaré contigo, y es mi última palabra. Además acabo de bajar y hablé con los chicos, todos entendieron perfectamente la situacion —dijo levantado las cejas de manera graciosa. Cómo solo ella podía serlo.
—creo que deberías ir. De lo contrario todo el plan secreto que armaron habrá sido en vano.
—¿Es eso, lo que te tiene molesta? ¿Qué no te conté el plan de Clau o hay algo más?
—No estoy molesta creo que es normal, que aveces una persona no quiera compartir todo lo que le sucede —le dije, mientras cambiaba los canales de la televisión por inercia.
—Yo, creo que a mí no me ha pasado eso contigo. No hay cosa que me suceda que no quiera compartirte o saber tú opinión, eres mi persona favorita para compartir secretos.
La miré fijamente a los ojos, y después de unos segundos, me perdí en la profundidad de los distintos tonos azules que salían de ellos. Fue entonces cuando decidí preguntarle sobre su relación. Pero antes de encontrar la manera adecuada de hacerlo mi inconciente lo hizo.
—¿por eso me ocultarse que ya eres novia de Bridgette? —le interrogué.
—¿estás celosa? —preguntó entre risas.
—pensé que sería la primera persona es saberlo, cuando pasará.
—Barbs, yo... —la interrupí antes de que terminará.
—Yo sabía que era cuestión de tiempo para que ella, se atreviera a pedirte que fueras su novia, pero no imaginé que sería demasiado pronto. Ya puedo ver que no perdió el tiempo.
—Ella, no es mi novia.
—Escuché cuando se lo dijiste a Andrés por la mañana  —le dije.
—si, lo hice fue porque sentí que te incomodó que Andrés pensara que entre nosotras existe algo. Lo hice para dejará de incomodarte con sus comentarios.
Caminó al balcón para mirar atravez del cristal y yo decidí ir trás ella,la ciudad comenzaba a inundarse de luces de todos los colores, y la vista era realmente hermosa.
—¿entonces no tienes nada con brigette? —solté sin pensar.
—Ni con ella, ni con nadie —dijo, sincera.
—¿pero, ella fue a visitarte a México cierto?
—Lo hizo, pero terminé por confesarle que me gusta alguien más.
—¿quién? —le pregunté, de inmediato. Tenía miedo de escuchar su respuesta pero necesitaba saberlo.
Se fue acercando lentamente a mí. sentí sus manos posarse sobre mi cuello con delicadeza. Retiró un mechón de mi cabello y lo colocó detrás de oreja, una de sus manos recorría suavemente mi brazo, el contacto con su piel  provocaba en mí una descarga de emociones.
—¿De verdad no te has dado cuenta? —dijo, y yo sentí chocar su aliento contra mi cuello.

"Existen mujeres tan hermosas, que incluso son capaces de armarse entre sí."♥️

Quédate a mi lado ~juliantina~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora