Mientras tanto...
La chica (cuyo nombre no sabía) , estaba encima de mi, concentrada en los movimientos. Mientras yo, solamente estaba ahí, acostado, observándola subir y bajar con los ojos cerrados y el cuerpo sudado.
Tenía mis manos en sus caderas, no me atrevía a tocarla en otro sitio. No estaba cómodo. Resignándome, le dije que se bajara ; lo hizo y me senté en la orilla de la cama.
- ¿Qué pasa? - Pregunta ella, confundida y con la respiración agitada.
- Nada. Vístete y vete. - Dije tranquilo, totalmente seco y sin ninguna expresión.
No estaba viéndole el rostro ya que estaba de espaldas. Pero, sé que debía de tener el rostro rojo de lo enojada que estaba.
- ¡¿ Qué ?! - Dijo alterándose. Me haría perder la paciencia.
- Qué te vistas y te largues. - Voltee el rostro y la mire a los ojos. Unos ojos color Café , un poco parecido a los de ella, pero no, ninguno son como los de ella.
- ¡Eres un idiota!. Cómo te atreves a...
- ¡Que Te vistas y te vayas, joder! - Había perdido la maldita paciencia, estaba molesto.
La chica estrelló su mano contra mi mejilla derecha, recogió sus cosas y se fue dando un portazo a la puerta de aquel Hotel. Si, la llevé a un Hotel. Nunca la llevaría a mi casa, solo una fue, y no hizo ningún esfuerzo para conseguirlo.
La irá me invadió.
- ¡Mierda! - Grité, y empece a tirar todo, rompiendo cosas y dando puñetazos a la pared.
Cuando ya tenía los nudillos llenos de sangre, me deslicé por la pared.
Nadie es como cómo tú. Nadie gime igual que tú. Nadie tiene tus movimientos, tú respiración, tus besos, tus labios, tú voz.
Debía de entenderlo. Nadie se compara contigo. Te extraño. Extraño todo de ti. Y seamos sinceros Amor Mio... no te he olvidado.
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Relatos sobre él.
Poesía" El destino siempre termina cruzando nuestros caminos . El destino siempre termina haciendo que nos necesitemos "
