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ㅡ ¿Escuchaste la nueva canción de Mark Hyung?

Claramente no. ¿Quién era Mark Hyung? ¿El canadiense, o el de Chicago? Aún no lograba memorizar bien los nombres de los amigos de Jaemin. Sólo conocía a Doyoung, y porque era mi primo. Las vueltas de la vida son realmente graciosas, si lo piensas.
Negué, claramente, encogiéndome de hombros. No me gustaba tanto su música; si bien su rap era bueno, no le encontraba sentimiento a sus letras. En algunas partes sí, pero la gran mayoría carecían de sentimiento. Seguramente porque el joven no tenía una musa para inspirarse. Ninguno de los amigos de Jaemin tenían pareja, menos Doyoung.

¿Cómo se conocieron? Ninguno quiere decirme.
Seguramente Jaemin se había besado con su amiga o su hermana. O algo por el estilo. Cada vez que preguntaba, evadían ambos el tema con vergüenza.
Me molestaba no saber.

ㅡ Hicieron una gran canción, con Taeyong Hyung, Lucas Hyung y Doyoung Hyung, me sorprende que no te contará nada de ella. ¿No eran cercanos?

ㅡ Sí, lo somos. Pero eso no implica que me pase la música que saca al instante. Seguramente está esperando para conseguir más visitas y poder mostrármelo orgulloso.

Doyoung se había dedicado a la música, y parte de nuestra familia se encargaba de dejarlo en la penumbra por ello. Todos apostaban a mí ahora, asegurando que sería un cirujano o un abogado.
Si supieran, que quiero estudiar profesorado en danza o fotografía.

ㅡ Bueno, se llama "YesToday", ¡promete que vas a escucharla cuando llegues a casa! La subieron a SoundCloud, y es realmente una de las mejores canciones que escuché en lo que va del año. ¡Te prometo que no te vas a arrepentir!

Mierda, no puedo negarle absolutamente nada cuando hace aquel pequeño pucherito, y me mira con aquellos suaves ojos. Parece un niño pequeño al que le negaron un dulce, y está por iniciar un berrinche para poder conseguir lo que quiera.
Y mierda, siempre caía.

ㅡ Ugh, vale. Promesa.

Jaemin dio un par de saltitos en su lugar, abrazándome con fuerza por el cuello, feliz. Era reacio a las muestras de afecto, cualquiera que me conociera podría asegurarlo sin dudarlo; pero daba igual cuántas veces le explicara a Na que no me gustaban tanto aquellos abrazos, él seguiría dándomelos. Supongo que comencé a notar su pequeña cintura cuando me vi obligado a abrazarle también, porque sino comenzaba a llorar, y todos odiábamos ver al pequeño Nana llorar.

Así pues, el resto del viaje, lo realicé con Jaemin medio colgado, y yo aguantando mis ganas de comenzar a besarle en medio de la calle.
Ahora, yo no sé si lo que sentía por él era meramente atracción física, o también sentimental. Jamás me lo había preguntado, y para estar seguro debería poder besarlo en primera instancia, y cualquier ciudadano coreano sabía que eso era imposible. Aún somos menores, así que dudo que me hicieran mucho daño, pero sí podía significar problemas a futuro. Negar becas (que ambos necesitábamos para la universidad), prohibir entrada a ciertos lugares... Corea era uno de los peores lugares para que un chico deseara a otro chico.

ㅡ ¿Vienes a casa mañana? Tenemos que armar el trabajo de economía.

Paré unos minutos a pensar, ahuecando mi mejilla con mi lengua. La mirada de Jaemin no pasó desapercibida; embobada con mi expresión y con sus labios entreabiertos. Me carcajeé para mis adentros, tomando su rostro desde la barbilla.

ㅡ La boca cerrada, Jaems, o entran moscas. Mañana estaré en tu casa para hacer lo de economía.

Jaemin y yo vivíamos en el mismo vecindario, algunas cuadras de distancia entre nuestras casas. Dos, tal vez tres, jamás las había contado realmente. Había aprendido a ir de pura memoria, si me ponía a pensar calculo que podría hasta calcular los metros de distancia que nos separaban. Su casa, de todas formas, quedaba más cerca del colegio, por lo que siempre lo dejaba en su puerta.
Era extraño, y aún no entiendo cómo es posible que llegará tarde casi todos los días. íbamos y volvíamos caminando de lo cerca que vivíamos. Pero bueno, a Jaemin siempre le gustó dormir.


Aprovechando las manzanas que aún debía caminar, decidí buscar la canción en SoundCloud.
No voy a mentir, Jaemin tenía razón.

La canción era muy buena; desde su letra, hasta sus acordes. Desde el sentimiento en cada nota, hasta el suave acompañamiento de mi primo como vocal. Realmente estaba logrando muchas cosas, y yo estaba seguro de que llegaría lejos. Le faltaba algo de seguridad que nuestra propia familia se negaba a brindarle, además de cierto apoyo económico. Hoy le llamaría, le felicitaría por el nuevo tema. Se lo merecía, después de todo.

Mi casa, como de costumbre, estaba desolada. Mi padre había muerto cuando yo era pequeño, dejando detrás algunas deudas, a mamá y a mí. Esto implicaba que mi madre se iba a trabajar a las 5 de la mañana, y volvía entre las 11 y las 12 de la noche, y caía rendida en su cama. Jamás le reclamé nada, siempre fui bastante consciente de la situación en casa. Esa era una razón más para poder cumplir la mayoría de edad; quería poder conseguir trabajo y ayudarla un poco en casa. Por el momento, sólo podía limpiar, hacer la cena, lavar los platos. Lavaba la ropa y se la dejaba preparada todas las tardes, junto con un desayuno semi-preparado para que no se fuera de casa sin comer. Había aprendido a cocinar a la fuerza, pues ella no solía estar y no podíamos gastar en comida rápida todos los días.
Me enseñó la madre de Donghyuck, quien muchas veces hizo de niñera cuando era pequeño. Desde entonces, mi amigo es tan cuidadoso con los olores.

Nunca supe de qué murió; si de un ataque al corazón o si de una sobredosis, las posibilidades eran, después de todo, demasiadas. Mamá odia hablar del tema, por lo que lo evita. Sólo sé que aquellas deudas no eran por juegos de azar ni apuestas, simplemente que lo habían despedido tiempo antes de fallecer y los pagos en la casa y mis estudios primarios eran demasiado demandantes. Tuvimos que rogar para aplicar a media beca inclusive para poder realizar estudios primarios. En la secundaria estoy completamente becado, pero claro está que los libros escolares y cualquier otro útil debe ser comprado con nuestro bolsillo.

Hacía un tiempo, la madre de Jaemin (Dios la tenga en la gloria), me ofreció cuidar a los hermanitos de Jaemin. Eran dos, mellizos, la joven Eunji y el pequeño Woojin. Ambos me querían demasiado, y por esa única razón yo era capaz de tolerar el olor a barro que siempre tenían encima. Tampoco podía ser detestable con los niños.

Jaemin se había mudado hace un par de años, justo para el comienzo de clases de secundaria, con su familia. Cada vez que intentábamos hablar de eso, daba una corta respuesta y evadía el tema. Creo que su padre tuvo complicaciones laborales (meterse con la esposa de su jefe), y para no despedirlo, lo delegaron a la sede de la empresa que quedaba aquí. Pero bueno, jamás lograba obtener la historia completa.

A veces, creo que mi madre y Jaemin realizan un complot en contra mío, para que nunca me entere por completo de las cosas que me rodean.

Siempre tenía la información, pero me faltaban pedazos para poder completar las historias.
Y era una horrible sensación. 

Lip & hip.┊nomin.Where stories live. Discover now