Capítulo 8: Tú eres la dueña de mis alegrías...

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Después de salir de casa, corrió, hasta llegar a la ciudad, busco en cada calle, cada avenida, parque, callejón, no se daba por vencido.

Los primeros días, se la paso buscando en la parte sur de la ciudad, preguntaba a las personas si habían visto a una chica castaña vestida con unos pantalones rojos, polo blanco, pecas.

La gente le decían que no habían visto a tal chica con esa descripción, él no se daba por vencido, seguía y seguía, cada calle cada tienda, cada puesto de periódico, nadie había visto a tal chica de cabello castaño.

Pasó la noche en un callejón, pero tuvo que irse rápido porque unos vagabundos le dijeron que ese lugar les pertenecía.

Solo su mente se enfocaba en algo, era en encontrarme, no podía pensar en otra cosa, solo encontrar a su hermana, esa palabra ya no lo detenía, ya no importaba, saber que yo cumplí con hacer que él entre a casa y que recuperara su vida lo hacía muy feliz, pero si yo no estaba ahí, de que le servía la vida si no estaba ahí.

Mientras era su tercer día de búsqueda, su Walkie-Talkie sonó, contestó, era Jordan, le dijo:

-Lincoln estás bien?

- Sí Jordan, disculpa si no les dije que no iría a la escuela estos días, es que necesito hacer algo muy importante...

-Es por ella no?

- Sí, es por ella, no sé qué es de ella, tengo que encontrarla y decirle dos cosas importantes.

-Lincoln...podría decirte buena suerte pero no la necesitas, sé que la encontrarás, ve por ella tigre.

-Gracias Jordan, dile a Cookie que me disculpé.

-No es necesario Lincoln, si es tu felicidad, nadie te puede recriminar, sea prohibido o no es amor, cambio y fuera.

Jordan ya lo sabía, Lincoln no necesitaba dar más explicaciones, tenía el apoyo de Leni,  y seguramente Cookie.

Así siguió, dos días más buscando en todo el centro de la ciudad, pero no había señal.

Entonces no lo pensó dos veces y se fue a las afueras de la ciudad, busco en todo los lugares de ahí pero nadie sabía sobre una muchacha de cabellos castaños y unas hermosas pecas.

Luego de 5 días buscando se sentó en las bancas de ese parque de las afueras de la ciudad, eran la una de la tarde, miraba al cielo y estaba nublado, solo mirar al cielo le hacía recordar a mí.

Entonces se dirigió por la carretera, comenzó a caminar, iba a buscar en cada parada de autobús, así fue como busco en dos paradas, es que la distancia promedio era de cuarenta minutos en carro, pero caminando era más, y si añades que no era el del mejor físico.

Ya eran casi las seis de la tarde, seguía caminando, después de preguntar en esas dos paradas de autobuses por la chica de cabellos castaños y no recibir pista alguna.

Estaba a casi veinte o treinta minutos de la parada de autobús, al seguir caminando, llegó un momento donde cayó al suelo de rodillas, con sus ojos llorosos y con sus manos golpeó y dijo:

-Maldición, por qué a ella? Por qué? Se supone que somos un equipo, debía haber otro modo de enmendar su error, no tenía que echarse toda la culpa, la mitad de la culpa la tengo yo por seguirle el juego y no confrontarlos a tiempo, pero no debiste irte Lynn, yo no puedo estar feliz si tú no estás aquí.

En eso se escucha que viene un carro a toda velocidad, Lincoln se percata del claxon y se pone a un lado de la pista antes de que el auto lo arrollé pero el sonido del auto lo sorprende y se cae por esa baja que da al bosque.

Con tanta suerte...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora