Con tanta suerte...

Capítulo 9: La suerte de tenerte en mi vida...

Era las dos de la mañana, un joven de veintiséis años entró a una habitación, se acercó a lo que parecía una cuna, era una cuna, se acerca y había una bebé llorando, era una tierna bebé de seis meses, cabellos castaños y pecas, el chico que la sostenía era su padre un joven de cabello blanco aunque ya no tanto, comenzaba a mostrar unos mechones castaños.

Carga a la bebe que aún sigue llorando, le dice:

-Ya no llores bebé, papá está aquí.

-*Buaaaaaa*

-Tranquila, tómatelo con calma, ya estoy aquí.

Le da un beso en su frente y le dice:

-Tienes hambre no? Pues te prepararé tu biberón.

Se dirige con su hija en brazos a la cocina, con un brazo la carga y con el otro se pone a calentar la leche para el biberón.

La bebe está un poco calmada, la mira y se da cuenta que es el vivo reflejo de su madre, le da otro beso en su frente y le dice:

-Ayyyyy hija, si supieras lo que pasamos con tu madre para llegar hasta aquí, seguro que caerías en llanto otra vez.

En eso se escuchan unos pasos dirigirse hacia la cocina, Lincoln no se percata de ello y es abrazado por detrás y besado en su mejilla por una hermosa mujer, de cabellos castaños, una chica que siempre estaría ahí para él, esa chica soy yo.

Luego lo abracé y le dije:

-Linky, por qué no me avisaste que ibas a ver a Lacy?

-No quise despertarte de tu sueño de princesa, Auch.

-No me gusta que me digas eso, aunque si soy tu princesa.

-Tú serás todo para mí Lynn.

-Linky eres tan romántico.

-Tú me inspiras mi gran deportista.

Entonces me pongo al frente de él y le doy un beso en sus labios, nunca me canso de ellos, después de unos diez segundos, le digo:

-Quiero cargar a mi hija.

-Ok amor.

Me la da, al tenerla en mis brazos me hace recordar los escenarios difíciles que pasamos para llegar hasta este momento.

Recordar cuando luego se revelar nuestros sentimientos, decidimos irnos de la ciudad, los primeros tres años no fueron nada fáciles, trabajamos duro para poder sobrevivir, pasamos por varios Estados, hasta llegar a Nueva Jersey, trabajamos en un almacén de un centro comercial junto con varios inmigrantes europeos.

Vivíamos en un cuarto de los suburbios, en esos tres años nos encontramos con Leni, ella había decidido hacer su último año de estudios de moda ahí.

Ella se emocionó mucho al vernos, creía que era un sueño ver a sus dos hermanitos, le contamos que esos dos años fueron muy díficiles, pero al tenernos al lado era suficiente para soportar todo.

Le preguntamos cómo iban las cosas alla en Royal Woods, Noa dijo que desde la partida de Lincoln, nada fue lo mismo, todos pasaron por una depresión, hasta que ella y Lisa decidieron acabar con ello y todos fueron al psicólogo, esos años fueron duros para la familia, saber que por sus culpa día de sus hijos se fueron, no es tan fácil de asimilar.

Pero superaron eso de la mala suerte, ellos esperan que algún día vuelvan, ya que le hicimos una promesa que cuando fueran felices volvieran.