FIMA

¿Puedo dormir contigo?

Él me miró directo a los ojos.
Y luego yo empecé a reír

-Vamos no creas todo lo que digo-dije mientras reía

- Pues yo sí me quisiera casar contigo, además debería cumplir mis promesas, vamos ambos estamos envejeciendo.

Su voz era extraña, como que dijera algo con su boca pero su corazón sintiese otra.

Iván para mí sólo era un amigo, un hermano, jamás lo miraría de otra manera, aunque lo intentará, quizás porque sabía demasiado de él.

En ese momento ambos decíamos palabras de enamorados aunque no lo estábamos.

Aja, así que te enamoraste de esta cara hermosa-mi voz temblaba mientras intenta actuar como una enamorada

En ese momento el me miro seriamente-voy a cuidarte, Bia quiero estar a tu lado lo que resta de mi vida.

-Iván, ¿qué tratas de decir? No me digas que de un día para otro cambiaras tus costumbres y me amaras sólo a mí-me levante a lavar mi plato como excusa ya que esto había llegado demasiado lejos.

Lo que había comenzando como una broma ya se había convertido en algo serio.

-No trates de huir Bia, soy tu mejor opción, yo sé que no quieres estar sola toda vida, además no hay nadie que te ame más que yo-dijo mientras me seguía

Bueno en eso tenía razón,ese era mi mayor temor, estar sola

-¿Y qué? ¿Quieres que nos casemos y vivamos feliz para siempre?-pregunté con tono sarcástico

- ¡Sí! ¿No quieres? ¿Eso no te haría feliz?

- ¿Y cuándo te quieres casar?-dije mientras arreglaba el desorden que él había dejado.

-Mmmm cuando y donde quieras- dijo mientras se acercaba seductoramente- ¿ y cómo está ese hermoso cuello, debería de curarlo?

En ese momento no pude evitar reír

-¿Qué tratas de hacer?¿ Quieres deducir a alguien inseducible?-habia visto tantas novelas románticas que tal vez ya había aprendido de ellas, creo que cualquier hombre hubiera podido seducime, menos él, era mi amigo, al contrario me causaba tanta gracia, nunca había visto esa faceta de él.- Se nota que has perdido tu toque, ¿necesitas que te de unas lecciones de seducción?

Me acerqué a él lentamente, intenté seguirle el juego, lo miré directamente a los ojos y decidí tomar su cabello con una mano mientras me acercaba a sus labios, él cerró sus ojos esperando un beso pero en su lugar decidí susurrarle-mi cuello está mucho mejor, gracias por preguntar.

Iván estaba sorprendido, y mientras me alejaba, me tomó de la mano- ¿Crees que puedes jugar conmigo?

-Pues no sé puede jugar con alguien que ni siquiera es un rival, pero ten tu premio de Consuelo-dije mientras le daba un beso en la mejilla y me alejaba de él.

-Espera¿Y nuestra boda?-preguntó mientras me perseguía.

Yo corrí y logré llegar a mi cuarto y cerrar la puerta. Luego de 5 minutos seguidos de toques en la puerta y gritos como "no puedes dejarme","no hemos terminado esa conversación señorita", "ábreme, necesitamos hablar", "te estoy hablando" al final dijo: -Ok, ese silencio me dijo todo, yo prepararé todo para nuestra boda, así que descansa mi Bia.

Estaba loco, en ese momento decidí revisar mi cuello, sólo quedaban unos moretones, estaba casi completamente sano y todavía tenía 3 días para no ir a trabajar,así que decidí poner música y adelantar trabajo, y sobre todo saber más sobre ese tal Raúl.