No había pasado más de una hora cuando el escuadrón ALFA llegó a la pozada en la que se estaba quedando Harry.
Narcisa seguía inconsciente y el pequeño Scorp se había quedado dormido al lado de su madre.
— No puedo creerlo... Es un hurón en miniatura... — susurró Ron mientras miraba asombrado al pequeño niño. —Y aquella mujer creo que da más miedo que antes.
—Ron. —Se escuchó la firme voz de Harry.
— Sólo digo... — El auror pelirrojo alzó las manos en señal de rendición y paz.
Harry comentó lo poco que sabía a todo su escuadrón, una vez salieron del cuarto que seguía siendo protegido por los hechizos del líder.
Lo mejor sería que un par de chicos del escuadrón - Zohan y Redds - se llevarán de inmediato a Narcisa a Inglaterra para que uno la llevara a San Mungo y el otro se fuera directo con Robars a abrir una investigación por falsa testificación sobre el suicidio de la mujer.
Los otros cuatro aurores y él se quedarían a hacer una búsqueda exhaustiva de Malfoy y a su vez, avisar al cuerpo de aurores Holandeses para la intervención en el mercado negro que Harry había encontrado.
Una vez dadas las órdenes, Zohan llevó en brazos a Narcisa mientras que Redds se fue con el pequeño Scorp - el cual, cabe mencionar, fue increíblemente berrinchudo al saber que lo iban a alejar de Potter y su madre -
Edward fue el encargado de dirigirse al ministerio Holandés y sin más, escondidos bajo convincentes glamours, Harry y sus otros tres chicos salieron rumbo al mercado debido a que era el único lugar al que Harry se le ocurría que probablemente hallaría una pista sobre el paradero de Malfoy, por lo menos, hasta que Narcisa despertara más tranquila y le diera información a Zohan.
Un muy mal presentimiento estaba instaurado en su pecho y eso no hacía sino hacerle sudar las manos por la inquietud.
—Malfoy...
Realmente el rubio no era consciente de si soñaba o de sí se encontraba en su propia realidad.
Estaba nuevamente en ese trance hipnótico que no le permitía distinguir lo real de su imaginación, sin embargo, lo que sí sabía que era real... Era el dolor que sentía cada vez que era torturado.No podía creer lo iluso que había sido al crear esa especie de ilusión en la que era libre e incluso, en el que una escoria como él era algo importante para nada más y nada menos que Harry Potter.
Había vomitado lo poco - por no decir que nada - que tenía en el estómago.
Aquel auror parecía ensañazo en recordarle cuál era su miserable realidad y realmente, Draco empezaba a creer que el suicidio era una buena opción.Se sentía patético al querer ser un héroe, la mano derecha de Potter, alguien que podía ser mejor y que haría hasta lo imposible por vengar a sus padres.
Podría haber pasado mucho tiempo, pero él seguía siendo un ingenuo llevado por sus sueños.—Hey... Malfoy...
Escuchó entonces sobre el pitido que andaba constante en sus oídos debido a la tortura continua que había recibido horas atrás.
No se quiso mover, si alguien venía a torturarlo, sería mejor que se mantuviese quieto así quizá no llamaría la atención.—Malfoy... Soy yo, Goyle.
Malfoy frunció el entrecejo. Después de la guerra, él no había vuelto a saber de Goyle aunque suponía que había tenido que pagar una condena similar a la de él, sin embargo, no se había vuelto a preguntar por sus amigos en mucho tiempo.

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After All This Time / Harco
FanfictionEl mundo se había abierto por completo para Harry Potter después de la guerra, todo parecía estar llevando un curso satisfactorio para el chico dorado, por lo que, en aquellos cinco años hasta cumplir los 21, él no se había preguntado qué habría sid...