After All This Time / Harco

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Especial 3/4 

Habían pasado un par de días, un par de días en los que Malfoy y Harry habían recorrido Ámsterdam sin ningún otro incidente que pudiese dar pista de Narcisa Malfoy. 
Hermione había contestado a Harry pidiéndole algo de tiempo debido a todas las investigaciones que tenía encima que el auror estrella le había encargado. 

Harry no se oponía a ello, entendía por completo que Mione, a pesar de ser una ávida lectora, necesitaba tiempo para investigar en todas las fuentes posibles lo que Harry necesitaba. 

Por otro lado, Malfoy empezaba a ponerse cada vez más y más de mal humor. Los nervios lo estaban consumiendo, el estrés se apoderaba de su organismo y ni hablar del mal sabor de boca que le daba el creer que quizá la comadreja menor sencillamente se había equivocado y Harry y él se hallaban en una búsqueda absurda en la que no encontrarían nada.  

Claro, hasta que recordaba la voz de Lucius. 

—¡Ya sé! — Dijo entonces el rubio, levantándose de golpe de su silla, regando un poco de su cerveza de mantequilla. 

—¿Hm? 

Harry volteó a mirarle con el rostro ligeramente balanceado hacia un lado. Se encontraban en un bar, tomando una cerveza luego de un arduo día de búsqueda inútil sin ningún éxito, como empezaba a ser costumbre. 

—Tengo una idea para que quizá esto resulte. — Continúo Malfoy, volviendo a tomar asiento cerca a Harry. El auror le miró con interés y con ambas cejas enarcadas. — Buscaré yo solo. 

Harry rió instantáneamente. 

—¿Qué? ¿Estás jodiéndome? 

—¿Qué te da risa, Potter? — Preguntó el rubio con un tono bastante gélido. 

—No voy a dejarte solo, Malfoy. 

—Ese es el problema, Potter. ¡Precisamente ese! No importa cuántos glamours te apliques encima, tu magia es inconfundible, haría esconder a cualquier mago oscuro que la detecte sin necesidad de verte. — Mientras Draco hablaba, Harry empezaba a fruncir más y más el entrecejo. — Mi aura mágica es débil en estos momentos, Potter. No he hecho magia en un largo tiempo, mucho tiempo, y tu aura cubre por completo la mía. Necesito estar solo, necesito que mi presencia se haga notar. Si mi madre está acá, ese será el acercamiento que...

—¿Y si no es tu madre? Tú mismo lo has dicho, Lucius está muerto y aún así lo escuchaste. ¿No crees que podría ser una trampa? 

—Es muy probable que lo sea, Potter. Pero necesitamos ese acercamiento. Necesito hacer esto sin que tú estés alrededor. 

—No voy a arriesgarte de esa manera. 

El auror y el mortífago se miraron fijamente a los ojos, uno con determinación y el otro con cierto deje de molestia. 
San Potter y su lado tan Gryffindor eran un jodido problema a veces, pero Malfoy sabía muy de buena fe, que Potter tenía un lado muy pero muy Slytherin, y necesitaba que en esos momentos se hiciera muy presente. 

—Potter, podrás rastrearme. No lo sé, con algún mecanismo. Si estoy en peligro te convocaré, pero necesito que pienses. Es la mejor forma de que sepamos de una vez por todas lo que está pasando. 

—Me niego. 

Potter se levantó de su asiento de forma brusca, dejó el excedente por ambas cervezas y salió del bar hecho una furia. 

Draco suspiró con cansancio y se levantó para seguirle. Odiaba tener que ir detrás de alguien ¿pero que otra cosa podía hacer? necesitaba persuadir a Potter de alguna manera o jamás obtendría una respuesta a lo que estaba sucediendo. No podía sólo irse de allí, porque Potter era un auror, el mejor auror de todos, y lo rastrearía antes de que si quiera pudiese hacer algo.