diosa

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Fue capaz de abandonarme en el despecho provocado por las largas horas esclavas de su cuerpo.
Era una diosa, cambiaba mi muerte y volvia a la vida, era de esas mujeres que veias dos veces, una en el cielo y la otra en el infierno.
Al fin y al cabo dejaba los cigarros por el regreso de sus labios.
Ella entendio que no debia abandonarme y yo que debia amarrarla; Así yo no moriria y ella era amada toda la vida.

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