Estando de pies observando la oscura nada que se presenta, llega a mí la silenciosa guadaña, el escalofrío penetra mi piel y la voz que algún día canto contra el irracional hoy esta acobardada en el interior.
Me observa y se pasea a mi alrededor, intentando descifrar el amor que le he profesado y hoy calló, mientras se detiene al frente mío, intento observar sus ojos que estaban escondido en lo oscuro provocándome inseguridad y dolor en mi herida que derrama sangre ajena alojada en mi interior.
En mi intensa curiosidad he logrado observar su sonrisa, enseguida los recuerdos que estaban en su lecho de muerte me arrojan a una verdad absoluta.
Maldigo mi hora de partida, mientras aquella imagen guarda silencio, asimilo que ha llegado mi final rompiendo mi ilusión de ser inmortal.
Antes de despedirme, iluminado por Fedro, comprendo que la guadaña pasa por callejones disfrazando su identidad, lo que la hace peligrosa, su alma posee el cuerpo de toda mujer, convirtiéndose en un ser despiadado.
Aquí este hombre que muere en la manos de una mujer.
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Poemas Al Edén.
Poezie"Algunas poesías nacen del sentimiento del amor y el desamor, mientras una sola mujer sea la responsable de provocar el amor y el desamor, nos confirmaremos como hombres muertos con vida". El poemario es variado, sin embargo se inclina en su mayoría...