Capitulo 9.

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—Dejame morir.

Parte II.

Una semana después, Anna asistió a clases, ya sin moretones… Bueno, no tantos.

Nicholas la pasó a buscar con Alissya, y fueron a clases en su auto. Cuando llegaron, se despidieron de él, y salieron.

El timbre sonó, y salieron corriendo para las puertas del Instituto.

Anna fue hacia su locker, y sacó el libro de inglés, y el de Biología. Sintió una presencia detrás de ella, pero intentó ignorarla, sabría quién sería, y actuar como si no se hubiera dado cuenta sería lo mejor.

Apenas se había recuperado como para que le lastimen de nuevo.

Cuando un brazo lleno de tatuajes, se apoyó en el otro casillero. Anna respiró profundamente. Supuso que era Michael, él no le haría nada físicamente, pero si psicológicamente. La lastimaría como nunca, estaba segura de eso.

Luego, escuchó otra voz a lo lejos, y esa voz aguda, y chillona era ni más ni menos de Sandy.

Anna cerró su locker, y al dar media vuelta chocó con Michael tirando sus libros, y en el momento en que se agachó a recogerlos, Sandy los pateó lejos de su alcance.

Besó a Michael, y luego se dirigió a Anna. La observó de arriba hacia abajo, mirando si tenía alguna marca, herida o si aún le quedaban moretones por lo pasado hace siete días.

El corazón de Anna palpitaba muy rápido, podían escucharse los latidos o eso pensó ella.

« Tranquilízate, estúpida. »

Anna respiró hondo, y soltó el aire.

Le miró a los ojos a Sandy cuando ella, le levantó la barbilla.

Michael solo se quedó ahí parado mirando la escena. Sandy sonrió de lado y le tiró de la cola de cabello a Anna. Ella se quejó, y estuvo a punto de gritar para que le soltara pero, Sandy le pegó una cachetada en la mejilla derecha, y Anna se mordió la mejilla por dentro. Reprimió un grito, y lágrimas.

Negó con la cabeza para que la dejara en paz. Cayó al suelo, indefensa. Sus rodillas chocaron contra el piso, haciendo ruido.

Su mano cayó haciendo fuerza, y se dobló.

« Maldición. »

Una lágrima se desparramó por su mejilla, y un sollozo salió de su boca. Sintió el impulso que Sandy tenía en pegarle una patada directamente al estómago pero, Michael le detuvo.

—Déjala, no vale que desquites tu energía en ella, cariño. —Susurró Michael lo suficientemente audible para que Anna lo escuchara aunque sus oídos hacían un ruido agudo.

—No lo vale pero, ¿sabes? Es divertido. —Empujó su pierna hacia delante, y le dio justo en la boca del estómago, dejándole sin aire.

Cayó al suelo completamente, y Michael al verla de esa manera, no pudo soportarlo.

Agarró el brazo de Sandy y se la llevó a regañadientes. Ella se quejaba, y gritaba pero, Michael no le dejó que ella fuera a pegarle.

Cuando él le vio de tal manera hace una semana, supo que no permitiría que Sandy le volviera a pegar.

Cuando estaban a unos pasillos de diferencia, Sandy se soltó de Michael, y le golpeó el pecho pero él no sintió nada. Tomó sus manos, y solo le besó para tranquilizarla. Ella cedió a sus labios, pero cuando Michael se separó, Sandy frunció el entrecejo.

Dejame morir. | Michael CliffordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora