ENAMORANDOME DE LA CHICA NERD | PARK JIMIN.

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟕

Nos miramos fijamente a los ojos. No puedo creer que por fin haya pasado, me imagine muchas veces este momento y mi imaginación no le hizo justicia a la realidad. El hecho de que haya sido con Jimin no le quita que fue...especial. Sí, tal vez no haya sentimientos mutuos de por medio pero estoy segura que él también lo disfruto. Sus ojos me lo dicen. Le dedica una breve mirada a mis labios para luego volver a atacar. Besa brevemente mis labios luego sigue el camino por mi mejilla hasta mi cuello donde lame y chupa mi carne sensible. Sus manos se meten bajo mi hoodie, sus manos sobre mi piel es absolutamente fascinante. Poco a poco levanta mi hoddie y eso es lo que me pone en alerta, carajo, quiere quitármelo.

¿Que mierda estoy haciendo? Tengo que detenerlo, no puedo permitir que vea las marcas y...muy a mi pesar tampoco puedo permitir que piense que soy una fácil, una cualquiera, que no tengo ningún valor, mi padre siempre me grita esas palabras y no voy a dejar que se vuelvan realidad.

«¡Eres una zorra!» Esa expresión retumba en mi cabeza. No. No lo soy. Yo tengo valor. Soy especial. Trato de convencerme pero muy en mi interior sé que eso no cambiará nada.

Me separo de él y me levanto de su regazo como si me hubiese quemado.

Jimin: hey, ¿qué pasa? Tranquila, estás bien, soy yo, estoy contigo. -intenta acercarse pero me alejo de él-

¿Puede ver que estoy muriendo de miedo?

Tú: aléjate. -jadeo temblando- eso no debió pasar. Olvídalo por favor.

¿Y si mi padre lo presiente? ¿Y si sabe que estoy haciendo algo malo, a sus espaldas, en su propia casa?

Se levanta del sofá, se acerca a mí y toma mi mano pero yo la quito bruscamente.

Tú: no me toques. -hoy descubrí que soy muy propensa a caer bajo sus encantos- por favor Jimin. -ruego clemencia-

Jimin: está bien, respira profundo. No voy a acercarme ni a tocarte pero tienes que comenzar a respirar.

Asiento y obligo a mis pulmones a tomar aire. Cuento del uno al diez repetidas veces. Cuando me enfoco de nuevo en su presencia sé que está confundido y no lo culpo.

Jimin: ¿eres virgen? ¿Es eso?

Bueno, es más fácil explicar eso que mis golpes.

Tú: ¿por qué preguntas eso?

Jimin: -entrecierra los ojos, como si estuviera obligándome a darle una explicación de mi reacción- pues ese sería un motivo comprensible por el cual te alejarías de mi.

Sus ojos arden, quiere que se lo explique pero no voy a decir nada.

Tú: ¿qué tal si se me quitaron las ganas? ¿Lo consideras imposible?

Jimin: eso no fue. -sus ojos me incitan a confesar, es como si supiera la verdadera razón y solo quiere confirmarla. Niego con la cabeza, es imposible, literalmente- Tú cuerpo me estaba hablando, me estaba rogando, hasta que tu mente nos interrumpió. -dice ligeramente ¿molesto?-

Oh, el chico no sabe hasta donde mi mente puede ser un impedimento.

Tú: yo no tendría sexo contigo.

¡Ja! ¿Cómo que no? Me rio mentalmente de mi misma. Estuve a punto de dejarme llevar y le salgo con que no lo haría. No me entiendo.

Escuche un golpe en la puerta.

Tú: quedate aquí y por lo que más ames en este mundo no hagas ni un solo ruido.

Salí de la Sala de juegos y fui directo a abrir la puerta.

Padre: escuche un grito así que vine a ver qué pasa.

¿Esto es en serio?

Tú: estaba viendo vídeos padre. Me frustré y grité. Lo siento.