ENAMORANDOME DE LA CHICA NERD | PARK JIMIN.

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟎

Las lágrimas corren por mis mejillas y no puedo ni intento detenerlas. Toda la valentía que podía haber sentido en un inicio se esfumaron. Me tiene inmovilizados los pies y las manos, su cuerpo me está aplastando lo que ocasiona que mi respiración sea entrecortada.

No puedo hacer absolutamente nada...más que rogar piedad.

Tú: por favor, padre...se lo pido, se lo ruego, se lo suplico, no me haga esto. Haré lo que quiera pero por favor...

Si quiere que le jure que voy a dejar a Jimin lo haré sin pensarlo dos veces aunque ni loca voy a cumplir.

Padre: ¿lo que yo quiera? Esto es lo que yo quiero. Voy a hacer que el producto de una metida de pata sufra lo que yo sufrí, toda la humillación y la desgracia por la que pasé, voy a hacer que se sienta como toda una puta, igual que su progenitora.

¿De qué está hablando este psicópata? ¿Por qué tengo que pagar por los errores de otros? ¿Mi madre es la culpable de todo?

Padre: no sabes cuanta sastifacción me da tu cara, solo puedo decirte cariño que todo lo que te haré no es mi culpa, esto te lo otorgó tu madre. Es su regalo. -besa mi mejilla con su asqueroso "cariño"-

Tú: padre...

Padre: ¡joder! ¡cierra la puta boca! ¿No ves que me da asco que me digas así?

Tú: ¿y qué diablos puedo hacer yo al respecto? ¡es lo que es! -grito histérica- ¡no se supone que esté haciendo toda esta mierda retorcida!

Padre: pero lo haré porque no tengo nada de qué sentirme culpable. No saliste de mí así que puedo utilizarte de la forma que tanto he deseado desde que te comenzaste a volver una mujer -acaricia mi mejilla-

Él se acomoda y me deja un espacio justo para darle un golpe bajo. Él cae a un lado de la cama estremeciendose de dolor y yo salgo corriendo directo a la puerta ¡la llave! Gire mi cabeza en busca de la llave...está tirada a un lado de la cama.

Él  aún se retuerce así que aprovecho y me acerco, no sé cómo pero logro agarrar la llave y cuando estoy a punto de girarla en la cerradura, me toma del cabello, me gira y rompe mi camisola para después estrellar su mano contra mi mejilla y agarrar mi cuello logrando que se me corte la respiración.

Padre: ¿debería follarte en esta posición? ¡ohhh! ¿Te estás sonrojando? Me siento tan halagado. -sonríe de manera macabra-

Cierro los ojos y Jimin es lo primero que se me viene a la mente...no puedo dejarlo, no puedo dejar que me haga esto, por mí, por él, por nosotros.

Reúno todas mis fuerzas para levantar mi rodilla y estrellarla contra sus partes, me suelta y cae al suelo, doy un pisotón en ambas manos y pateo su cuerpo patético. Giro la llave en la cerradura y salgo corriendo directo a la sala.

Mi madre está en el sofá llorando a lo Maria Magdalena.

Tú: ¡mamá, por favor, ayúdame! ¡hay que irnos de aquí!

Ella se levanta inmediatamente y su cuerpo se pone a temblar cuando sentimos de nuevo su presencia ¿es que este hombre es de acero o algo así? Me escondo detrás de ella.

Madre: ¡Por favor cielo! No le hagas eso, la niña no se lo merece.

Padre: ¿por favor qué desgraciada? No sabes cuanto me arrepiento de haberla dejado nacer, las hubiese matado a ambas el mismo día que me di cuenta.

Madre: te conozco, no tienes un corazón tan negro amor.

Padre: voy a vi*larla y tu no vas a hacer otra cosa más que ver, tal vez incluso la deje embarazada para que me recuerde por el resto de su vida.