Cap 4

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Por el rabillo del ojo,  Lucy  observó a Natsu . Parecía absorto en sus pensamientos, frunciendo el ceño frente a su portátil. Lo había evitado en la medida de lo posible desde el incidente en la escalera. Había pasado el fin de semana de excursión por Bath con una amiga y casi había conseguido olvidarse de Natsu  durante un periodo de tres horas. El resto del tiempo, había sido lo único en su cabeza.

De vuelta en la oficina el lunes, el trabajo se había incrementado. Faltaban sólo dos días para la presentación al cliente y trabajaban a todas horas. Había conseguido marcharse a casa antes que él. Kana y Rogue estaban siempre sentados en sus mesas, de modo que nunca estaban solos. Además, tenía la impresión de que Natsu  estaba esperando a que diera ella el siguiente paso. De acuerdo. Lo único que tenía que hacer era asegurarse de no hacerlo, aunque fuera lo más difícil que hubiese hecho nunca. Casi más difícil que seguir con su vida hacía casi dos años.

Le había dicho la razón por la que no podía estar con él. Pero no había advertido la intensidad de su propia vulnerabilidad hacia él. Se había entregado a él sólo dos segundos después de que empezara a tocarla. Sin importarle lo poco que sabía de él, ni el hecho de haber estado en una zona pública y correr el riesgo de ser descubiertos en cualquier momento.

De hecho, había estado a punto de suceder justo eso. Si Natsu no hubiera actuado con rapidez, los habrían visto. Se había mostrado más resuelto que ella, y eso le daba miedo.

Había dicho que ella le había pedido que la tocara, y sabía que tenía razón. En su mente, se lo había rogado y él lo había interpretado. Gran error. Habían descubierto juntos su debilidad. No tenía más que tocarla para que su resistencia se evaporase. No iba a arriesgarse a echar a perder un trabajo por segunda vez. Quería terminar aquel contrato de la mejor manera posible. Pero más miedo daba la intensidad de su reacción hacia él. No parecía normal. No era una simple atracción física. Sabía que, si se dejaba llevar, acabaría sufriendo. Una distracción para él parecía ser algo más para ella, y le daba demasiado miedo analizar exactamente qué.

De modo que volvió a comportarse con frialdad, incapaz de mirarlo a los ojos por miedo a lo que pudiera ver o, peor aún, por miedo a lo que pudiera revelar. Kana y Rogue estaban demasiado ocupados para darse cuenta. Y, tal vez, Natsu  también.
Contuvo un suspiro y se fue a buscar a Levy para tener cinco minutos de alivio. Le dirigió una mirada de reojo cuando se dirigía hacia la puerta y vio que estaba observándola con tal expresión de deseo que se sonrojó sólo con verla.  Lucy  volvió a mirar hacia la puerta. Desde luego, no estaba demasiado ocupado.

Levy, feliz por poder charlar durante un momento, le dirigió una mirada de preocupación.

—Eh, esta noche van a tomar algo en el pub. Han terminado uno de los proyectos. Ven a tomarte una copa y así podrás relajarte un poco.

Lucy  abrió la boca para negarse, pero de pronto lo pensó mejor.

—Buena idea —los últimos días había estado trabajando tanto que casi se sentía una reclusa. Se suponía que debía aprovechar al máximo sus últimas semanas en la ciudad; debería salir todas las noches en vez de quedarse despierta durante horas pensando en un hombre al que no podía tener.

Una noche con Levy y los demás sería una estupenda manera de relajarse. Natsu  y su equipo se quedarían trabajando hasta tarde de nuevo, así que no correría el peligro de encontrárselo.

Toda la noche con el jefe-(NALU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora