Cap 11

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Se despertó temprano, sintiéndose cálida y segura. Parpadeó y se dio cuenta de que Natsu se había acurrucado junto a ella durante la noche, pasándole un brazo por encima. Cerró los ojos de nuevo, deseando volver a ese estado de somnolencia donde las cosas malas podían olvidarse y las cosas buenas podían hacerse realidad,

Natsu debió de haberse despertado, por que se apartó de ella inmediatamente.

—No te muevas. Te traeré algo.

Salió de la cama y pronto regresó con pan tostado y un vaso de agua. Ella comió un poco, y el silencio se volvió incómodo.

Natsu llamó al trabajo y explicó que llegarían tarde. Lucy estaba acostumbrándose a su actitud dirigente y no le importó. Eso podría permitírselo.
El silencio permaneció mientras se dirigían hacia la consulta del médico. Natsu aparcó y se giró para mirarla mientras apagaba el motor.

—Solucionaremos esto, Lucy .

—No tiene por qué ser con el matrimonio, Natsu —no podía ser. Sería la responsable de arruinarle la vida. Podría cuidarse sola y ocuparse del bebé. Su madre lo había hecho, y ella también podría hacerlo. No quería casarse con un hombre que no estaba enamorado de ella.

Se sentó junto a él en la sala de espera. Se sentía fatal; había vomitado dos veces después de la tostada. El doctor apareció y dijo su nombre. Se levantó y se sintió avergonzada al ver que Natsu se ponía en pie también.

—Lucy —dijo él leyéndole el pensamiento—, he tocado y saboreado cada parte de tu cuerpo. Voy a entrar contigo.

Finalmente entraron juntos en la consulta.
El médico le hizo hacerse otro test y le preguntó mientras esperaban el resultado.

—¿De cuánto tiempo crees que estás?

—No mucho. Tal vez unas pocas semanas.

Se sentó mirando el test, sabiendo que Natsu también tenía la mirada fija en él. La línea que lo confirmaba apareció al instante.

—Es positivo. No hay duda de que estás embarazada.

—¿Podría haber un error? —preguntó ella, aferrándose al último vestigio de esperanza.

—A no ser que hayas estado siguiendo un tratamiento de fertilidad, no. ¿Ya has tenido síntomas severos?

Natsu respondió por ella, explicando sus náuseas diarias y el cansancio.

—Creo que deberíamos hacer una ecografía.

Lucy levanto la mirada.

—Es pura rutina —dijo el doctor con una sonrisa— Sólo tardaremos unos minutos. Será agradable ver a tu bebé, ¿verdad?

Lucy se metió detrás de la cortina y se preparó sobre la camilla, tapándose con la manta y controlando las náuseas y la ansiedad. El doctor apartó la cortina y Natsu se colocó a la altura de su cabeza. Sin dejar de mirarla a la cara, le apretó la mano con fuerza. Una seguridad que, de algún modo, sabía que ella necesitaba.

Toda la noche con el jefe-(NALU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora