capítulo 4: Su belleza.

5.6K 449 141
                                    





- Si hyung, ya te dije que me aburrí allí, si ya se que la chica era hermosa, pero... ajá..- Jungkook escuchaba por medio del celular quejarse Jimin, que porque se había ido, dejó tirada en la cama a la hermosa muchacha etcétera, pero no tenía ganas de hablar su vista seguí fija en la pequeña pelicastaña acostada durmiendo plácidamente, tomó un sorbo de su vodka, observó su rostro detalladamente sentado desde su sillón caro enfrente de su cama.

- Jungkook me estás escuchando- Se quejó del otro lado Jimin.

- Ah si, te miro dentro de unas horas.- le dijo al ver las hora en su celular pues eran las cinco de la mañana. Se desaboto los botones de su camisa mientras caminaba hacia el baño.

- Bueno esta bien, pero no te salvas de una explicación eh.-

- Esta bien, adiós.- No espero respuesta y colgó tiro su camisa al bote de la ropa sucia, pero al ver esta estaba manchada de sangre la tiró a la basura. Un desperdicio. Pensó.

Miro de nuevo a Lalisa, ella era definitivamente hermosa, demasiado hermosa, y para el bien de ella esperaba que cuando el saliera estuviera despierta, para así explicarle lo que podía hacer mientras el iba a su trabajo por algún motivo no deseaba que se fuera, aparte que no dejaría que saliera así, ella no sabía nada del país y se podría perder. La miro una última vez y camino al baño.

Lalisa inmediatamente al escuchar el agua correr por lo que suponía era el baño, se levantó perezosamente, miró a su alrededor era una inmensa habitación, donde ella dormía era una habitación minúscula una pequeña cama, un ropero por supuesto pequeño, y una mesita donde colocaba sus libros para leer. Al recordar aquello tomó su mochila y la abrió, suspiró aliviada al ver sus vestidos, libros, fotos y otras cosas más.

Se levantó y su vista viajó por la habitación era un azul marino, la pared de al fondo era blanca tenía un ropero gigante color negro mate, una gran ventana del lado derecho. Era una habitación muy bella.

Escuchó como el agua dejo de correr, se asustó quedando plasmada en su lugar, cuando observó como abría la puerta.

Jungkook salió del baño con una toalla alrededor de la cintura, estaba sobandose el pelo ocasionando que pequeñas gotas cayeran por doquier, el, al levantar la vista observó a la pequeña muchacha que tenía enfrente el asustada, la recorrió con la mirada y se dio cuenta de la blusa rota que llevaba dejando al descubierto su pecho, suspiró afligido;se imagino que hubiera pasado si el no hubiese llegado a timepo. Así que se aclaró la garganta y habló.

- Em, tu..blusa.- se señaló a si mismo y miró a otro lado, para que no se sintiera incómoda.

Lisa miro hacia abajo y se sonrojó enormemente, se cubrió como pudo y miro a otro lado apenada.

Jungkook la miro atento, se veía tierno, pensó.

- Deja me cambió Lalisa y hablaremos de lo que haremos ahora.-

- Es..esta bien..- susurró apenas. Jungkook le sonrió para calmarla y camino hacia su ropero sacó ropa y se dirigió al baño.

Lalisa suspiró, el joven era muy simpático por alguna extraña razón a pesar de lo sucedido confiaba en el y eso la confundió. Se podría confiar en un desconocido, pensó.

Se sentó a esperar pensado y pensado en lo que haría ahora seguramente Jungkook la echaba ya que no lo conocía y ella era un simple estorbo en su vida diaria pensó, pasaron los minutos, hasta que escucho como abría la puerta, y al ver que salió perfumado y muy bien arreglado, lalisa sintió algo extraño en sí, como si estuviera en una carrera pues su corazón se acelero. Eso le extrañó.

- Ten Lalisa, es una camiseta mía.- Le dijo extendió dandole una camisa negra sumamente grande hacia ella, la tomó entre sus manos rozando con el dedo de él en el momento, a Jungkook le dio un escalofrío.

Lalisa tomó el borde de su rota blusa y la subió por su abdomen plano, Jungkook abrió sus ojos como platos. Cerró los ojos y le habló.

- ¿¡Que...que haces Lalisa!?- le dijo alterado.

Lalisa lo miró confundida aún en bracier.

- Me dijiste que me pusiera tu camisa.- le dijo como si fuera lo más normal del mundo.

- ¡Exacto!, pero no enfrente de un hombre eso no se hace y menos con alguien que no conoces.- Se giró para caminar hacia la puerta pero al escucharla se detuvo.

- Lo..lo siento..señor.- Jungkook casi se atraganta al escuchar llamarlo así, tan viejo se miraba, decidió ignorar eso y le respondió.

- Esta bien Lalisa no tienes la culpa, y por cierto me llamo Jungkook.- camino y antes de salir le dijo. - Te espero abajo.- y sin más salió.

¿Porque se habrá molestado al haberme quitado la blusa? Pensó la pelicastaña, se encogió de hombros restandandole importancia y se colocó la enorme camisa para bajar a donde joven le había dicho.

INOCENT ( lizkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora