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— Bien JiMin me parece que debemos hablar. — dijo sosteniendo su delicado brazo con sus ásperas manos. — Porque sinceramente siento que me debes aunque sea una explicación no tan detallada de lo que esta sucediendo con Nam.
Ella lo miro a los ojos oscuros de Min y en ellos vio que estos estaban desesperados en saber, incluso también noto que su cara se notaba más pálida de lo que se acostumbraba a estar y que habían ojeras debajo de sus ojos que antes no estaban. Se pregunto si realmente ella había causado esto en el, nunca habría imaginado que dejarle de hablar a YoonGi durante dos semanas habría sido tan terribles para el último. Realmente estaba molesta consigo misma por haber sido tan egoísta.
— Yoon... yo- no tengo excusas. Lamento tanto no hablarte por estas semanas, prometo que no volverá a pasar. — propuso de manera sincera a su amigo.
— JiMin... La verdad, si me hubieras dicho que querías pasar más tiempo con tu novio te hubiera entendido. Pero vos solo te fuiste sin más. Realmente pensé que te estabas alejando de mí lado.
El mayor de ambos reflexiono sobre lo que acababa de decir, no sabía en que sentido estaba dirigido lo último que había dicho, aunque era bastante acertada la frase con lo que le pasaba internamente. Se había quedado noches sin poder dormir correctamente, dando mil y una vueltas por la cama preguntándose que había hecho mal con su amiga. Estaba bastante asustado en cuanto lo que estaba sucediéndole a su amistad y pese a que ellos se llevaban hablando casi un mes su amiga se había vuelto demasiado importante para el. Su sonrisa, cuando la hacía reír, sus ojos pequeños, todo lo que provenía de Park JiMin le generaban cantidad de sentimientos inexplicables en el pecho que le cuesta admitir. Así es, JiMin era la causa de sus tragedias y también la causa de un porcentaje alto de su felicidad.
A veces se preguntaba si había hecho mal en presentar a NamJoon con JiMin. En realidad se preguntaba la mayoría de las veces y siempre terminaba arrepintiéndose porque veía esa sonrisa que tanto le gustaba reflejada en su mejor amigo. Eso deseaba para ella, que sea feliz con cualquiera, no solo con el.
— Nunca me alejaría de vos, tontito. — pronuncio tiernamente, lanzándose a los brazos del amigo que extrañaba tanto pero no se daba cuenta.
— Eso espero Minnie.
Luego de haber dicho eso, se permitió refugiarse en el cuello de su amiga, el lugar donde quería pertenecer siempre, hasta el fin de los tiempos que conocemos.
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— Bien ahora ¿Qué pasó para qué vengas de improvisto a mí casa sin siquiera tener la dicha de avisarme? — le dijo a Yoongi detrás del marco de la puerta principal de su casa.
— Creo... que quizá este enamorado de JiMin.
— Por fin te das cuenta, Min. Bien ahora pasá. — se hizo a un lado para darle paso a su amigo. — Voy a hacer chocolatada caliente con galletitas de chocolate, vos sentate en el sillón mientras.
Min solo se limitó a asentir para luego dirigirse al sillón marrón de terciopelo que tanto amaba él. La veces que había dormido ahí eran incontables debido a la comodidad que brindaba este con tan solo sentarte en este. Siempre bromeaba con SeokJin con que iba a robarlo pero el más alto creía a veces que lo decía en serio. Bueno al menos iba a saber quién fue el ladrón. Entre tanto parloteo interno se dio cuenta que se estaba quedando dormido, tal cual el había dicho, era demasiado cómodo el sillón.
— Bien, ¿Vas a contarme lo que hiciste? — expresó SeokJin sacándolo
— Yo me digne a hablarle por fin a JiMin y me dijo que se disculpaba por dejarme de hablar. — respiro profundo y continuó. —Ella me abrazó y mientras lo hacía me di cuenta que los sentimientos que tengo por ella no son los que se tiene con un amigo, ni siquiera con un amigo muy cercano. Realmente me gusta y no se como lidiar con todo esto.
— Mira YoonGi, voy a ser muy sincero con vos. — posó su brazo en el hombro del más bajo. —Yo esto ya lo sabía porque era bastante obvio y nadie se pone tan mal por un amigo que solamente te deja de hablar.
—Si, pero... Sabes que se me hace difícil admitir este tipo de cosas. Más a mí mismo.
— Ya lo se. Sos mí amigo desde que eramos chicos, te conozco más de lo que te conoces. — dijo orgullosamente haciendo que Min soltara algunas carcajadas. —Pero... ¿Le vas a decir?" pregunto observando los ojos del contrario.
— No sé, prefiero dejar las cosas como estás ahora. Recién nos volvimos a hablar y no quiero volver al calvario en el que estaba yo cuando no lo hacía. — miro hacia el suelo con aires de tristeza. — Además yo ni siquiera soy la mitad de lo que es NamJoon. No se porque me gustan siempre las personas inalcanzables.
— Hey Min, no seas así de duro con vos mismo. Sos demasiado valioso como persona, a pesar de que seas un enano gruñón.
Ambos se rieron, nada más que el más alto terminó recibiendo un golpe en el brazo, que según el había dolido pero el contrario sabía perfectamente que no había sido así.
— Además... — se preguntó si era correcto decirlo, pero prefirió callar. Eso lo debía descubrir YoonGi solo. — sos bastante gracioso cuando dormís. Se te abre la boca y de vez en cuando solas ronquidos que hasta mí vecina de al lado que es sorda los escucha.
Min frunció el ceño mientras Kim se moría de la risa, pero después se unieron las risas de YoonGi a las carcajadas escandalosas de su amigo.
La tarde concluyo así, llena de carcajadas a cada segundo y anécdotas sin sentido por parte de Kim. Ellos disfrutaban estar al lado del otro porque podían contar con el apoyo sincero que se brindaban entre sí. Desde hace años que se conocen y por más de que a veces no se soportaran sabían perfectamente que si ocurría algo importante podían ayudarse mutuamente. No intercambiarían esa bella amistad por nada en el mundo. Ni siquiera por sus actuales amores imposibles.
Esa noche Min durmió tranquilamente luego de una semana completamente agotadora y todo gracias a volver a hablar con JiMin.
