Para papá con mucho amor. Gracias por todas esas canciones de cuna y el amor incondicional a pesar de los errores. Hasta nuestro reencuentro cuando mi corazón deje de latir. Te amo.
Es la segunda vez que se encuentra sentada en el asiento del copiloto y el aire acondicionado del auto de Levi le brinda escalofríos. Han tardado más o menos una hora en ponerse al corriente con lo elemental y que posiblemente Hanji es capaz de preguntarle a Mikasa. No fue la gran cosa, pero más vale prevenir.
La ciudad de noche le es hermosa y dentro de un auto donde su interior está a oscuras, le hace apreciar mejor el ambiente, aunque le hace falta la música, pero el silencio también es reconfortante. Cuando se detuvieron en un semáforo, ella miró de reojo al hombre que conducía.
Se veía de lo más tranquilo a comparación de la primera vez que compartieron vehículo, aunque no olvidó el detalle de pedirle que se desinfectara las manos antes de subirse.
– ¿Sigues sorprendida? – preguntó tomándola por sorpresa, la había atrapado viéndolo fijamente.
Mikasa jugó con sus manos y desvió la mirada. Hace unos minutos prometieron comportarse por el bien de la situación, por ello no puede responderle de forma grosera.
–No esperaba saber que no es tan mayor como imaginé– confesó–. Con todos esos rumores de la sangre, pensé que tendría... no sé, ¿50?
Levi alzó las cejas, desvió la mirada y se distrajo jugando con el volante.
–Fue lo primero que te aclaré, todos esos rumores son falsos: la sangre, mujeres vírgenes, luna llena, gallinas, lo que quieras. Y sí, tengo 32 años.
Ella asintió con la cabeza. Eso quería decir que cuando Levi cumplió los nueve años, jugaba con sus amiguitos, corría libremente practicando algún deporte y tal vez conoció las primeras revistas para adultos que algún día espiaría, ella llevaba meses de nacida.
El auto comenzó a andar y nuevamente ella le fijó la mirada de forma curiosa mientras jugaba con el anillo de fantasía.
– ¿Algo más que quieras aclarar? – preguntó Levi con vista hacia el frente sorprendiéndola en el acto.
Negó con la cabeza apenada, si tiene algo que comentarle. Se siente desubicada y asustada, mañana estará sola enfrentándose a la mentira. Algo que Eren ni nadie la preparó.
Algo dentro de ella le indicó que estaban en confianza para desahogarse. Se llevarían mal en el pasado, pero ahora están juntos en esto, Levi podría escucharla.
–Estoy nerviosa– confesó con voz temblorosa.
–Tch– se quejó Levi, cosa que hizo que toda la pequeña confianza que había florecido para Mikasa se esfumara.
No es que le importara la situación o la misma muchacha, pero esto es difícil para él. No sabe que responderle, quiere aportar de alguna manera. Mikasa no es parte de su equipo de trabajo, por ello el sentido de liderazgo no le orienta a una respuesta. Ella es su cómplice de mentira, ¿Tendría el mismo efecto?
–Perdón por molestarlo, no lo vuelvo a hacer– se quejó la chica molesta y desvió la mirada.
Y ahí va su oportunidad, pero no piensa responderle para remediar todo a la mala. No quiere pelear, aún sigue cabreado por la pelea entre Jean y Erd; estresado por el favor que le pidió a Farlan y preocupado por Erwin a quien recogieron (que, por cierto, no dejaba de hablar de una mujer loca quien le pareció muy graciosa y un tal Timmy afectado en toda la situación) y dejaron a Smith en el aeropuerto antes de que la jornada terminara. También se tuvo que encargar de que ningún medio de comunicación local supiera sobre la identidad de su jefe ni mucho se atrevieran a mostrar fotografías, aunque fuesen censuradas. Por suerte, solo una empresa se arriesgó a compartir la noticia y aseguró que solo sería una nota holgazana, nada de qué preocuparse si había dinero de por medio.
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La boda de mi peor enemiga
Fanfiction¿Le deseó que pisara una caca de perro? Si; ¿Le gritó lo que se merecía? También; ¿Le deseó la muerte? Tal vez. Levi y Mikasa nunca se han llevado bien, desde que se conocieron ya deseaban verse muertos. Ahora el destino (Eren) quiere que él mismo l...