Lyessh

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Lyessh estaba sentada sobre el mullido colchón de plumas, de un palacio ajeno, ya estaba todo preparado, su tía Daenerys se casaría con el Khal Drogo, ya la estaban preparando para presentársela.
Mientras que ella se prometería con su tío Viserys,así conservarían la pureza de sangre y conseguirían su ejército, solo había un fallo en el plan, ni Lyessh ni Daenerys querían casarse con sus prometidos, pero ambas sabían que si no lo hacían despertarían la furia del "Dragón".

No sería la primera vez que Viserys les pegaba, les insultaba, o las amenazaba...

Lyessh se tumbó en la cama, ella no iría al encuentro de Danny con Drogo, según Viserys, si veía a Lya antes que a Danny, el Khal la preferiría a ella, pues su belleza era mucho mayor.
Y la verdad, hasta preferiría a casarse con ese tal Drogo, quizás era mejor que Viserys, quizás no le pegaría...Pero era estúpido hacerse ilusiones, antes Viserys dejaría que se la llevaran "Los Otros" que Drogo.
En ese momento Lyessh se acercó al fuego que crepitaba en la hoguera, y no precisamente con intenciones buenas, para vivir toda su vida siendo maltratada...Prefería no vivir...
No.
Tenía que vivir.
Al menos conseguirá ser reina cuando Viserys consiga e Trono.
Pero ¿a quien vamos a engañar?Ni aún que Drogo le diera a todos los hombres del mundo conseguiría ganar una simple batalla.
Viserys solo era un dragón sin alas, un león sin garras, un lobo sin colmillos, no estaba hecho para reinar.
Unos suaves toques en la puerta la distrajeron, Lya escuchó una voz masculina:
-¿Permiso,mi reina?-Preguntaron desde el otro lado de la puerta.
-Adelante-Respondió, y sólo cuando Jorah Mormont ya había entrado en la habitación, se dió cuenta de que tenía las manos apoyadas en las brasas, estaba de rodillas y mirando el fuego crepitar, pero con los brazos dentro de la hoguera y la cara a escasos centímetros del fuego.
-¡Mi Reina!-Dijo Mormont agarrándola por los hombros sacándola de la chimenea,le revisó los brazos y la cara en busca de quemaduras, pero no encontró nada.Lo único que atinó a decir fué un "increíble" casi inaudible.
-Ser Jorah, prométeme que no le mencionarás esto a nadie.Y mucho menos a Viserys.-Dijo con dureza.
-Si mi señora-hizo una pausa, considerando si lo que iba a decir era o no un suicidio, pero al final se arriesgó-pero prométame que no volverá a intentarlo, de ninguna manera, el reino te necesita, necesita que calmes , y hagas que Viserys no cometa tonterías.Y Viserys te reclama en el salón principal al ámbar.

Lyessh asintió con la cabeza, recobró la compostura, ahora tenía que comportarse como una verdadera reina, y no tener consideración por los que hacen cosas que no son de su agrado.

-No te atrevas a hablar así de tu Rey, ah, y no me tutees.Yo misma le daré la respuesta al Rey.-A Jorah le sorprendió su cambio de ánimo y la dureza de sus palabras.Tenía futuro como reina.Y también la actitud de una, eso todos lo sabían, era como un arma de doble filo, amable, pero seria, inteligente,bella y letal como el acero valirio.Ya recogida su dignidad, y vuelta a armar, Lya salió de la estancia.
Se encaminó al salón principal

Fuego y SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora