No te fíes de donde vives... (Jeff The Killer y tú)

Capítulo 3

«Lo publico porque estoy muy contenta. El lunes el próximo capítulo :)
Att: su sensual escritora, Noelia»

____ P.O.V

Me senté en la tercera fila, dos mesas atrás y a la derecha estaba Jack, al lado de la ventana. Solté mi mi pelo -que até dos horas antes para la clase de gimnasia- tras notar una mirada sobre mi, haciendo cubrir un poco de mi cara. A mi costado no se sentaba nadie, por ahora. Todos tenían pareja. Saqué una pequeña libreta que tenia y comencé a dibujar lo que seria “un bosque”, siempre me gustó dibujar, así que se me daba bastante bien.

-Bueno, ahora, vamos a hacer el experimento que propusimos ayer- comenzó a repartir unas cajas de zapatos, cables, pilas grandes, bombillas pequeñas (con su “suporte”) y unos cuantos clips -Por parejas... Haremos una corriente eléctrica que tendrá que hacer encender a la bombilla- se paró delante mía -¿Y usted es?

-____, ____ Swan.

-¡Oh! Usted es la nueva, esta bien. ¿Tiene pareja?

-No...- ella levantó la vista mi miró la clase.

-Usted- señaló a alguien -Será la pareja de la señorita Swan- miré hacia atrás disimuladamente y... efectivamente, señaló a Jack. Él ni se inmutó, así que me tuve que levantar yo. Pero la profesora me agarró del brazo y me susurró:

-Es un poco tímido, al principio no te hablará mucho, para que no pienses que le caes mal o algo- yo asentí, cogí las cosas que me dio la profesora y me senté al lado de Jack. Coloqué las cosas en medio y saqué mi libro y lo abrí por la página que dijo la profesora.

Ninguno de los dos hablábamos. Él seguía con la misma postura que antes, así que decidí romper el hielo.

-Eh... hola- susurré inclinandome un poco hacia él. Este se puso recto en la silla y se alejó un poco de mi. Lo miré sin entender. No le di importancia y volví a sacar mi pequeña libreta para seguir con el dibujo del bosque. Coloqué un mechón de pelo detrás de mi oreja y pude ver de reojo que Jack miraba lo que hacia. En un movimiento suave y rápido volví a dejar caer mi mechón de pelo.

-Alumnos, podéis comenzar el experimento.

Suspire y miré a Jack, y el no hizo nada.

-¿Quién comienza?- le pregunté, pero no obtuve respuesta -Esta bien...

Comencé yo pegando la pila para que no se moviera, estire las dos patas de la pila y saqué las tijeras, cogí un cable y lo comencé a pelar poco a poco dejando ver sus hilos de hiero, até el cable a la pata de la pila y coloqué un clip, después coloqué otro trozo de cable con los dos extremos pelados al clip y otro al soporte de la bombilla. Volví ha hacer lo mismo en el otro lado pero comenzando al revés: primeo coloqué el cable en el soporte de la bombilla, luego en el clip y por último a la pata de la pila. Pero este último aún no lo había completado. Pelé el cable dejando ver sus hilos de bronce y los contemplé por segundos, después intenté colocar el cable en la otra pata de la pila pero una voz me interrumpió.

-Te quemarás- dijo esa voz. Miré a mi costado y fue Jack que me miraba. Alcé una ceja y el cogió el experimento medio acabado y separó un poco la pata de un clip y colocó los hilos de bronce en la pata de la pila, segundos después, colocó la parte del clip separada debajo del clip y ¡PUM! Se encendió la bombilla. La profesora se acercó a nosotros.

-Buen trabajo chicos- nos felicitó y volvió a su asiento.

-Bien echo- me felicitó Jack.

-Bueno... teniendo en cuenta que el trabajo era de los dos, te digo lo mismo...- miré mi cuaderno y lo miré a él -Al fin hablas. Creí que eras mudo.

-No me gusta hablar con la gente, y menos con extraños- dijo seco.

-Oh... Esta bien- volví mi mirada al cuaderno de dibujo con el dibujo del bosque acabado y borre un trozo de la parte oscura y comencé a dibujar una silueta.

-Bonito dibujo.
Pero haber, si no quiere hablar con “extraños” ¿por qué me habla?— pensé.

-Hum... ¿Gracias?- seguía dibujando una silueta. Él iba a hablar pero sonó la campana y por fin pude salir de ahí.

Salí y me quedé cerca de la puerta para esperar a mi hermano, que segundos después, salió hablando con un chicos. Pareció mayor que él, de unos 16 años aproximadamente. A unos metros de distancia de mi, mi hermano me señaló y se acercó con el chico hasta mi.

-Hermana, él es Juan, Juan ella es ____- nos presentó. El tal Juan se relamio los labios y me miró de arriba a bajo. El chico era alto, su pelo era color miel y sus ojos azules.

-Hola- le di la mano y él la tomó y besó.

-Encantado- se dirigió a mi hermano -Bueno, James, mañana nos vemos. Adiós James, adiós guapa...- y se alejó.

-Vámonos a casa anda- le dije a James.

-Va.

El resto del día no fueron más que deberes, escuchar música, asearme y dormirme.