«Buenas lectoras, ¿que tal? Bueno, vengo aquí a deciros qué, feliz navidad y prospero año nuevo ^-^
Y bueno, antes de acabar el año 2014, he querido subir una nueva novela de “Ben Drowned”. Como las lectoras que hay por aquí son fans de las creepys os quería avisar :3 (la novela está en próximamente porque quiero subirla a mediados de enero).
Espero que os paseis (si queréis, obviamente) y aquí os dejo con el siguiente capítulo.
Gracias.
Att: Noe ♪»
____ P.O.V
¿Sabéis esos momentos que dicen que ves pasar tu vida por delante? Pues así es lo que veo ahora. Veo los momentos que estuve con mis abuelos, cuando nos teníamos que mudar de casa... Todo. No sé si estoy muerta o no, pero mi cuerpo no lo siento. Noto como mi alma sube poco a poco.
-¡____!
Escucho como gritan mi nombre. Empiezo a notar palmaditas en mi mejilla. Cojo una bocanada de aire, y mientras la suelto abro los ojos de golpe. Veo a Daniel. Y unos instantes después, estoy abrazada a él.
-¿Qu-Qué ha pasado?- digo separándome y levantandome hacia la cama.
-Te desmayaste cuando fuiste a por la linterna...- se sentó a mi lado.
-¿¡Te hizo algo!?
-¿Quién?
-Él...
-¿Quién es “él”?
-No... No lo sé...
-Nadie estuvo aquí, solo tu y yo.
-No... Él... Él estuvo aquí- agarré mi cabeza con las manos -Me-Me agarró y-y...
-¡¿Te tocó?!
-N-No...- pensé en lo que me susurro -Tu viste como el puntero se movía... Estuviste presente... No me tomes por loca...
-No te tomo por loca, yo vi como se movía... Tranquila- me abrazó.
-Gracias.
-De nada.
Me tumbe en la cama, quería llorar. Daniel lo notó, se tumbó a mi lado, lo abracé y me dormí.
*****
Me desperté y seguía en los brazos de Daniel. Pobre.
Me levanté y me dirigí al baño. Yo sabía que fue real. Alguien me tocó pero no me hizo nada. Recuerdo el olor de la sangre. Pasé mi brazo por donde “él” lo había pasado. Miré y cuando quité del brazo, una marca de sangre estaba en mi camiseta. Miré el espejo y mi mejilla tenía un poco de sangre. Justo donde su mano tocó mi cara. Quería gritar, lo único que hice fue llorar en silencio.
Quité mi ropa y me metí en la ducha.
*****
Al acabar de ducharme, me vestí y Sequé mi pelo. Fui a mi habitación y Daniel seguía durmiendo. Bajé a la cocina y preparé algo de desayunar. Unas tostadas con unos vasos de leche. Volví a subir a mi habitación y Daniel seguía roncando.
Si que duerme — pensé.
Cogí una chaqueta de mi armario y bajé. Salí fuera y me adentré en el bosque, me coloqué mi capucha. Quería respirar aire puro. Alejarme de allí. Pensar en lo que pasó.
Al entrar un poco, vi un gran árbol. Me senté recostando mi espalda en el tronco. Cerré mis ojos. Respiré el aire que me rodeaba. Escuché todos los sonidos que me rodeaban. Escuché ramas y hojas secas romperse. Abrí mi ojo derecho y miré por el rabillo del ojo.
Nada.
Me separé un poco del árbol y me até la chaqueta. Me volví a recostar, crucé mis brazos y encogí mis piernas. Recosté la cabeza en el gran tronco. Volví a escuchar ruidos, como si estuvieran comiendo. Me levanté de mi lugar y seguí el ruido.
Tras pasar varios árboles y matorrales, llegué al lugar. Y lo que vi me traumatizó.
Un cadáver, con todos sus intestinos fuera. Y un hombre, dándome la espalda, al parecer estaba rebuscando en el cadáver. Encima del pecho del cadáver, había un bisturí.
Me asusté al ver esa escena.
Retrocedí un poco. Un poco más. Casi lo puedo de vista y... piso una rama. La rama se rompe llamando la atención del asesino. Este se gira dejando ver media cara suya, solo la boca, y la otra parte esta tapada por una máscara. Su boca tenía sangre por el alrededor. Bajó su máscara, tiró lo que parecía un riñón y cogió el bisturí lentamente. Me fijé en la máscara: era azul y no tenia ojos, en cambio, tenía dos huecos que parecía que chorreaba un líquido negro. El miedo recorría mis venas. Mi cuerpo no obedecía mis ordenes. Trague saliva. Podría morir en unos segundos por culpa de que mi cuerpo no reaccionara. Una fría gota de sudor recorrió mi frente (a un lado).
¡Corre! — dijo mi subconsciente.
Y así fue. Di un paso atrás, mientras él en unos 7 pasos estaba a mi lado. Di otro paso atrás más grande. Él empuñó su bisturí y yo eché a correr.
Corrí y corrí, pero me despiste y acabé en medio del bosque.
Estaba perdida... y jodida.
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No te fíes de donde vives... (Jeff The Killer y tú)
RomanceDespués del terrible accidente en casa de los Woods, nadie alojó nunca más esa vieja casa, ahora chamuscada por el accidente. Años, muchos años después, la familia Swan se muda a una nueva casa, en el terreno de los Woods, donde antes, habían habita...