✴ Dreaming ✴ p.j.

✨008✨

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¿Maldición? ¿De que maldición estaba hablando? Ahora si que tenía miedo y quería salir lo más pronto posible de ese lugar tan extraño, estaba tan perdida en sus pensamientos que se dejaba arrastrar por Taehyung al palacio y vaya que todo estaba diferente. Lo sombrío de aquel lugar había desaparecido y el sol hacía que brillarán los cristales en su fachada, cuando cruzaron la gran entrada pudo percatarse que habían muchas pinturas. El oro brillaba recién pulido le dejó boquiabierta y eso sólo era una fachada las pinturas realzaban el lugar jamás había visto esa clase de arte. Abrió los ojos con asombro al ver a los antiguos gobernantes y por lo que se imaginaba el nuevo rey de cabellera gris pronto estaría ahí. Ahora que recordaba el había dado la orden de que jamás volviera al castillo y el hacer esto ¿sería una rebeldía?

Pronto salió de su trance al escuchar una voz masculina decir: —Me complace el honor de presentar al príncipe Kim Taehyung y su acompañante la señorita Kim Seungi —toda la vista fue puesta sobre ellos a lo que tragó duro saliva que estaba segura que Taehyung la había escuchado.

La melodía de los violines sonaba a medida que bajaban los escalones, todos seguían observándoles con atención, jamás le había gustado que le miraran por demasiado tiempo —Tu mirada siempre al frente, cariño, demuéstrales que no tienes miedo —susurró mientras mostraba su sonrisa cuadrada — además, estoy contigo no voy a dejar que nadie te haga daño —nunca había formado un vinculo de amistad con Taehyung pero dejaría atrás sus temores y confiaría en él.

Cuando por fin llegaron al final de las escaleras, Taehyung siguió saludando y algunas personas le sonreían mientras que otras le miraban como un bicho raro. El moreno frenó en seco y entonces observó el trono de oro que estaba frente a ella por un segundo quedó con la boca abierta. El joven de cabellera grisácea tenía la corona dorada junto algunas piedras preciosas indicando que era el nuevo monarca del reino; la mirada plateada estaba clavada en el moreno quien aún seguía sosteniendo su mano con fuerza.

Taehyung comenzó a doblar sus rodillas mientras que ella lo imitaba, sintió como sus rodillas tocaban el suelo frío —¡LARGA VIDA AL REY JIMIN, DIOS BENDIGA A NUESTRO MONARCA! — gritó haciendo que los demás se unieran en su grito, no sabía que hacer así que solo se quedó mirando el suelo mientras el moreno hacía lo mismo; pudo ver como la frente del chico se recubría con una ligera capa de sudor.

Los gritos cesaron haciendo que unos pasos resonaran en el lustroso piso, los zapatos negros de charol pudieron hacer que se imaginara quien era el que estaba de pie delante de ellos, la pequeña mano a comparación con la de Taehyung tomó el antebrazo del mayor ayudándolo a ponerse de pie. Ella siguió la acción de ambos hasta que estuvo de pie pudo ver al joven de mirada plateada mostrar una sonrisa de lado al moreno.

—Pensé que te había quedado claro el día que te desterré de mi reino — susurró mientras tomaba una de las manos de Taehyung haciéndola abrir los ojos sorprendida — Tienes agallas... — él menor sonrió de manera genuina y soltaba su mano para colocarla arriba de la mano del rey.

—¡Jamás podría perderme la coronación de mi hermano! — exclamó Taehyung, el monarca quitó su sonrisa para ahora darle una mirada de odio al moreno y se soltaba de su agarre para darle una sonrisa a los demás quienes eran simples espectadores de lo que sucedía entre los hermanos.

Sinceramente se sentía más ignorada que cuando tenían que escoger parejas para los trabajos en equipo, soltó un suspiro lleno de frustración, quería salir de allí mismo ¿Como seguir en medio de esa locura? Levantó la mirada y se asustó cuando el nuevo rey la miraba su mirada gélida que hizo su cuerpo temblar.